“El poder no te lo dan, te lo tomas” sic. Carlos Mesa

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A continuación presentamos sendos artículos que reflejan el perfil de algunos candidatos, no sólo por lo que han dicho en el set televisivo, sino también con referencia a su práctica política, que algunos quisieran borrar de la historia, más en estos momentos electorales.

Insurgentes agradece la colaboración del Colectivo Revolucionario Plurinacional.

Esta frase es resultado de una confesión producida en una entrevista, después de nueve años de hielo, entre Carlos Mesa y Amalia Pando, producida en el programa Cabildeo de RTP, el año 2011.

Creemos que desnuda de cuerpo entero al ahora nuevamente candidato, en su afán por volver a ser gobierno porque como el mismo señalaba “…el privilegio de ser Presidente, la experiencia intransferible de haber gobernado el país en un momento histórico tan significativo, hace que te diga que no me arrepiento”.

Mesa sufría un proceso de metamorfosis. Y decimos metamorfosis porque  es un proceso en el que quienes la sufren, no cambian su naturaleza sino solo su forma: por el ejemplo los gusanos que se transforman en mariposas. Mesa sufrió su proceso de comunicador a candidato pero no cambio su ser militante rosado, del MNR.

Profundo admirador de Víctor Paz Estensoro, Mesa no pudo reprimir sus pulsiones de poder cuando descubrió que se había convertido en un importante creador de opinión pública a partir de sus comentarios en el informativo nocturno de PAT, donde cual sacerdote de la comunicación, simulaba ser un océano de conocimientos encubriendo sin embargo que tenía dos centímetros de profundidad.

Ese Mesa que en cuanto candidato se había quitado su traje de neutralidad, también develo sus pulsiones de comerciante, su candidatura tenía un costo: un millón doscientos mil dólares en cuotas de cheques mensuales de 700.000 bolivianos y la posibilidad de disponer mensualmente de un presupuesto de 100 mil dólares de los fondos reservados destinados a  la Vicepresidencia de la Republica. Y esta negociación la realizo con otro gran negociante: Gonzalo Sánchez de Lozada, como fue denunciado años después por Mauricio Antezana, Ministro de Comunicación del gobierno del Goni, con fotos de los cheques entregados.

No debemos olvidar que una de las primeras cosas que hizo en su corto gobierno, fue viajar “a la madre patria”, al pueblo de sus abuelos, para ser reconocido como huésped de honor de un perdido pueblito andaluz, parte de Europa y del reino de España, reino con el que se sentía más identificado  que con Bolivia, país del que el destino lo hizo ciudadano.

Ese fue el Carlos Mesa que llego a la Vicepresidencia: militante del MNR en su versión neoliberal (gonista por lo que la política significaba una inversión económica y por consiguiente un negocio) y de yapa admirador de los reyes de España.

Ese desnudarse ideológicamente arrastro el ropaje de su doble moral que lo envolvía comenzando en su supuesta independencia periodística hasta sus relaciones afectivas personales, que eran un secreto a voces y socialmente aceptadas por los círculos oligárquicos. No llego  a igualar a Enrique VIII en sus pasiones, pero algo hizo al respecto Carlos I (D. Mesa Gisbert).

Ese fue el Carlos Mesa que llegó al poder como Vicepresidente y se transformó en Presidente ante la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada, acto que desde el MNR fue considerado una traición.

Su gobierno nació entregado a los intereses norteamericanos. En la Cancillería funcionaba una oficina de Asuntos Especiales de la Embajada norteamericana. En el Banco Central una oficina del FMI. En el Palacio de Gobierno la CIA tenía una oficina denominada Unidad de Análisis de Seguridad Presidencial. En el estado mayor, en la oficina del Comando en jefe de las FFAA funcionaba la oficina de enlace con el Comando Sur.

En febrero de 2003 recibió la visita del Secretario de Defensa de Estados Unidos Rogelio Pardo Maurer, que evaluaba el rol de las FFAA en democracia revisando además la cooperación bilateral en este campo. Pardo venía acompañado del Gral. Brig. Aer. de EEUU Woendell Griffin, responsable de las políticas en 30 países del Comando Sur.

En su gobierno, el Senado aprobó el acuerdo de inmunidad a favor de los soldados norteamericanos ante la Corte Penal Internacional. Tuvo el respaldo de Roger Noriega, Secretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.

Defendió a las empresas capitalizadoras siguiendo milímetro a milímetro las recetas del FMI. Nombro como Ministro de Hidrocarburos a Antonio Aranibar, ex asesor de ENRON. Firmo 76 contratos de riesgo compartido mediante los decretos 26591 y 26259. Puso a José Kreidler, como Vicepresidente de YPFB, siendo que este sujeto trabajaba para las petroleras.

Se empeñó a exportar gas por puerto peruano en beneficio de la Pacific LNG, por cuyo proyecto el consorcio compuesto por la British Gas, British Petroleum y Repsol, obtendría 24 $us por cada dólar que irían a regalías e impuestos al TGN.

Pretendió un perdonazo impositivo para salvar a Transredes, Chaco y Andina por 654 millones de Bs. 

Decidió un precio regalado del gas a la Argentina, con el nombre de “precio solidario”. A al respecto al respecto REPSOL de Argentina le vendió a 0,60 centavos de dólar el millar de pies cúbicos y al Brasil, la misma cantidad a 2,30 Sus. Con esta medida, salvo los compromisos de REPSOL con Chile, país al que le re vendía nuestro gas.

Permitió que la capitalizadora de ENTEL, la italiana ETI (Euro Telecom Internacional) presente informe de auditoría al Ministro de Desarrollo Economico Walter Kreidler, hermano del anteriormente nombrado José Kreidler, sin permitir la participación del Parlamento, la Contraloría, el Sistema de Impuestos Internos ni la Superintendencia del sector. Esa auditoria jamás fue publicada.

En el gobierno de Carlos Mesa se otorgaba el denominado “plus” que era un sobresueldo en reconocimiento a la cooperación con el gobierno. Esa plata salía de los gastos reservados, según señalo su ex socia Amalia Pando. Esa trama la realizaban el hermano de María Galindo, José Galindo Ministro de la Presidencia y otro oscuro Yerko de la historia politica boliviana, Yerko Kukoc (casualmente croata también) quien era ministro de Gobierno. Kukoc acepto haber sacado de las bóvedas del Banco Central la suma de 13,6 millones de bolivianos sin ningún respaldo documental, además de señalar a José Galindo, Carlos Mesa y Lupe Cajías como receptores de gastos reservados.

Además Mesa legalizo mediante el DS 27345 la quema de los informes de uso de gastos reservados. Así además de salvarse él cuándo los recibía como Vicepresidente, salvo a los gobiernos del MIR, ADN y MNR.

En su gobierno huyo Marco Marino Diodato y fue el detonado el primer coche bomba de la historia de Bolivia produciendo la muerte de la Fiscal Mónica Von Borries, quien detuviera a Diodato por narcotráfico, espionajes y posesión de casas de juego ilegal.

Mesa y sus acólitos también están relacionados con escándalos de la famosa ODEBRECHT – LAVAJATO con la adjudicación de la carretera el Carmen – Arroyo Concepción, escandalo del cual los operadores fueron el Ministro de la Presidencia José Galindo, el de Obras Publicas Jorge Urquidi y el de hacienda Javier Cuevas, siendo parte de movimientos de viaje sospechosos otros nueve miembros cercanos a Carlos Mesa e incluso el mismo.

Este mismo Carlos D Mesa Gisbert renuncio a la Presidencia de Bolivia según él dos veces: una por razones políticas y otra por razones éticas. Amalia Pando sostiene que fueron tres veces, pero una fue un “amago” muy próximo a concretarse, dice él.

Fueron 20 meses de medias tintas, de discursos lastimeros, de acciones políticas mediocres y de postrarse incondicionalmente a los EEUU.

Después de negar más veces que Pedro a Jesús que no volvería a la política, volvió pensando que era una alternativa real frente al MAS. La ausencia de una sólida propuesta regional cruceña en el 2019, -pues Ortiz no representaba a las mayorías de ese departamento-, logra un apoyo aparente y gana en el departamento de Santa Cruz por lo que se denominó el voto útil. En una incorrecta lectura, Mesa creyó que ese era un voto para su persona y que las mayorías cruceñas lo apoyaban. En esas condiciones se embarcó en acusar al MAS de fraude electoral, siendo uno de los puntales de las protestas que articularon a las derechas en sus diferentes expresiones y sus instituciones, ongs, logias, cooperativas, plataformas y agrupaciones ciudadanas en la aventura golpista que derroco con la bendición de la OEA a Evo Morales en noviembre de 2019.

Ese mismo Mesa saludo y festejo la participación de la Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas en el golpe. Además fue parte de la reunión que en la Universidad Católica a la que se sumaron los embajadores de la Unión Europea y el Brasil, para definir la salida de Morales y la entronización de la autoelegida Jeanine Añez.

Hoy, en un intento de recuperar la confianza de los norteamericanos primero, pretende articular un discurso más radical de centro derecha. Sus propuestas económicas se fundamentan en un neoliberalismo a ultranza. No quiere nacionalizaciones. Cree que la alternativa son las alianzas con transnacionales y el financiamiento de organismos multilaterales. Trasluce que la salud y la educación deben llegar a todos pero vía la privatización transformándolas de un derecho hacia un servicio. Clama por una justicia más eficiente y considera que la corrupción se allanara poniendo cámaras a los trajes policiales. Claro, olvida que la corrupción está en manos de todos los servidores públicos, por lo que tendría que poner cámaras a los trajes de jueces, fiscales, directores, viceministros, etc, como ocurrió en su gobierno.

Sin embargo, oculta su poco democrática actitud al interior de Comunidad Ciudadana por la que ya se le fueron activistas e intelectuales pititas, que en muchos casos se decepcionaron y no quieren saber nada más de política, además de otros que se fueron fortalecer otras opciones, como ocurrió con su juventud que ahora apoya al candidato Camacho.

En resumen, el hoy abiertamente neoliberal Mesa, olvida lo que fueron sus casi dos años de gobierno en estas materias, a las que nos hemos referido en la primera parte de esta nota.

Debemos hacer memoria de la inestabilidad de ese periodo de gobierno, de la acción limosnera y entreguista permanente del mismo, de su lloriqueo constante frente a las cámaras y solicitando el apoyo del ciudadano con sus pañuelos blancos.

Ese mismo Mesa que pretende denostar permanentemente al gobierno del MAS, mostrando otra vez su diletantismo, en su cálculo político de buscar gobernalidad en caso de que exista una segunda vuelta, ya envió a su gris emisario Ricardo Paz, a buscar al vocero del MAS Sebastián Michel a conversar sobre un posible acuerdo de caballeros, ya que entiende que este pacto con el masismo es más viable que con la derecha que supuestamente le daría su apoyo en segunda vuelta.

Ese es Mesa. Una vez más saca a relucir su gatopardismo que juega en todas las direcciones en busca de consolidar poder. Una vez más dice una cosa públicamente y hace otra por debajo. Por eso nuestro título: el poder no te lo dan, te lo tomas, como el mismo reflexionaba con su ex socia Amalia Pando. Por ello, no comentamos su participación en los debates porque lo que haya dicho, de ser gobierno, dejará de tener importancia para hacer una cosa distinta.

Seguramente si el fraude no lo ayuda a llegar al gobierno, se dedicara a escribir su propia versión de la historia contemporánea de Bolivia, ya que políticamente -como él se autocalifica-, es un jarrón chino, al que seguramente la política ya no sabrá donde colocar.

No al diletantismo, no al gatopardismo, no a la doble moral, no a la hipocresía, en resumen: no al Republicano y Realista Carlos D. Mesa Gisbert para presidente del Estado Plurinacional de Bolivia.

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