Hasta que llegaron ¡ELLOS! (Una reflexión para tu voto)
Érase una vez, un pueblo feliz, donde no existía el hambre, todos vivían bajo el principio de “reciprocidad” y en su idioma, ya sea el quechua o el aymara, no existía la palabra “hambre”. Todos tenían trabajo, algunos eran guerreros, otros agricultores y otros constructores. Las mujeres también trabajaban, eran artesanas o tejedoras. Los ancianos, las viudas y huérfanos, estaban protegidos por el Estado, todos tenían techo y comida. Era una vida del “vivir bien”, donde no había ladrones, flojos ni mentirosos.
Hasta que llegaron ¡ELLOS!.
¡Si!, ellos, hombres salvajes y ambiciosos que no sabían leer ni escribir, incultos, que es tu patria eran cría cerdos, ladrones, borrachos y asesinos, llegaron y destruyeron al “pueblo feliz”. Les quitaron sus tierras, más de 500 años los esclavizaron, saquearon sus riquezas, hasta dejarlos hambrientos, pobres y miserables.
Pero un día, en un Jach’a Uru (gran día), el Qullasuyu (Bolivia) despertó; el ajayu (alma/espíritu) de nuestros ancestros quechuas, aymaras y guaraníes volvieron ¡millones! y posesionaron a un presidente “INDIO”, humilde, sencillo, pero sobre todo patriota. Manejó el país durante 14 años y Bolivia cambió, ya no éramos un país humillado, ya éramos un país dignificado, ya no éramos un país ignorado, ahora, todo el mundo nos conocía. El presidente “indio” había logrado reducir la tasa del hambre de un 33,9% al 21,3 %. (Fuente: Los tiempos 1/10/13). Redujo también la tasa de desempleo de un 8.1% (2005) a un 4.27% (2019) y fue la más baja en Sudamérica (fuente: spanish.xinhuanet.com). Hasta el 2019, Bolivia lidero el crecimiento económico de la región con un Producto Interno Bruto (PIB) equivalente al 4.7% (fuente: celag.org). Pero por si fuera poco, entre las muchas cosas beneficiosas que hizo para su pueblo, distribuyo las riquezas entre los bolivianos, a los niños les dio su bono “Juancito Pinto” a las mujeres embarazadas su bono “Juana Azurduy” a los ancianos “su renta dignidad”, pago doble aguinaldo a todos los trabajadores y muchas cosas más en favor del pueblo, pues se tenía planificado convertir a Bolivia hasta el 2025, en una potencia regional, pero…otra vez…
Volvieron ¡ELLOS!!.
¡Sii! volvieron, ahora ya no son todos españoles también hay croatas, si, croatas apátridas que pretende dividir Bolivia. Tomaron el poder con engaños y perpetraron un golpe de estado, pusieron como su presidenta a una mujer no muy bien letrada, en cuyo mandato le acompaña el circo de los croatas, que en diez meses, así como hicieron los españoles: robaron, mataron, saquearon nuestros recursos, persiguieron y en esos diez meses, a Bolivia la convirtieron en el segundo país más pobre de Suramérica.
Ahora, pretenden investir como presidente a un descendiente de “español”, aquel que el año 2003 fue vicepresidente de Goni y que fue parte de la masacre de nuestros hermanos alteños aquel octubre negro. Quieren investir de presidente aquel que se negó a ir a declarar contra su amo Gonzalo Sánchez, traicionando una vez más al pueblo alteño y boliviano. Quieren como presidente al “limosnero” que alzaba la mano para pagar sueldos.
Con esta reflexión, quiero llegar a ti, joven, a ti señorita; para que este 18 de octubre no permitas que vuelvan aquellos que destruyeron al “pueblo feliz”. Al momento de votar, piensa, piensa en tu cultura milenaria, en la riqueza de tu patria, piensa en tu gente y con tu voto no ayudes a los extranjeros españoles y croatas. Por eso te pido que pienses y votes con el corazón, vota por BOLIVIA.
Cayo GUARACHI.