NO PIENSAN ENTREGAR EL PODER
Los planes de la derecha y el imperialismo para evitar el triunfo del MAS.
H – Insurgente
Las repetidas encuestas que otorgan al MAS el primer lugar en la intención de votos, ha provocado situación de pánico en la derecha; mucho más cuando la diferencia es más del 15% con respecto del segundo, eso incluso en las encuestas que ellos mismo pagan.
Estos resultados enervan los planes del imperialismo y de la derecha ultraconservadora y fundamentalista religiosa, que proyectan apropiarse del poder más allá del 3 de mayo, pese a quien pese.
Sin embargo, hay un obstáculo a estos planes del imperialismo: el voto de los sectores populares e indígena-originario-campesino, que cada vez más, en la medida en que “meten la pata” los del gobierno, es favorable al MAS.
Los teóricos de la derecha, saben que el contexto de inestabilidad política, económica, social y la corrupción generado por los golpistas le favorece al MAS. El racismo, los métodos represivos fascistas y la discriminación, han obligado a las poblaciones indígenas a cerrar filas en defensa de la Wiphala, haciendo prever que el respaldo al MAS será casi total, superando incluso el 90%. Por ello, se apresuran a desvainar argumentos que están en consonancia con la estrategia de la “bomba nuclear electoral” elaborada por sus amos del norte para organizar un mega fraude. El objetivo es deslegitimar, reducir o anular el voto popular e indígena, obviamente con ayuda de los medios de comunicación que financian.
El esfuerzo de estos comentaristas por devaluar el voto indígena y popular, les lleva a afirmar que “en el área urbana existe un nivel mayor de conciencia democrática”, implícitamente insinúan que los sectores populares no tienen conciencia democrática y son susceptibles de ser manipulados por el MAS. Ahora, hablan del “fraude sistémico”, porque según ellos la CPE y las normas electorales favorecen el voto indígena porque en la fórmula de asignación de escaños el voto rural vale más que el voto urbano. Y majaderías como estas, se reproducen a diario por los medios escritos y comunicacionales para negar y anular el voto indígena.
Con este propósito, hay acciones que viene realizando el Tribunal Supremo Electoral, que pone en duda su imparcialidad:
- Reducido tiempo para el empadronamiento, con pocas o ninguna notaría electoral en sectores populares (El Alto por ejemplo) y el área rural. Fallas técnicas en el sistema que impidieron la inscripción de electores.
- Lo mismo pasó en el empadronamiento en el exterior, particularmente en Brasil y Argentina, donde el voto por el MAS es mayor.
- Ahora viene el proceso de depuración, la mayoría de los observados, 150.000 son del área rural.
Los estrategas de la Embajada de EE.UU. y sus cipayos criollos, no quieren soltar el poder que lo obtuvieron a través de un golpe de Estado. Para ello están desarrollando varias opciones:
- Ante el inminente triunfo del MAS, forzar la segunda vuelta con las manipulaciones técnicas y el fraude generado por USAID y encubierto por la OEA y organismos internacionales vinculados con la derecha.
- En esta dirección no presentar el padrón electoral, mantener la incógnita sobre el número real de votantes para manipular con mayor facilidad los resultados finales.
- Aprovechando la emergencia del Coronavirus, postergar las elecciones por 6 meses o 1 año para consolidar un padrón electoral a su gusto y sabor; también cambiar las reglas del juego electoral. Pero esta opción tiene sus peligros, alargar el limbo que vivimos, es decir la toma de decisiones políticas y económicas que no conviene a los empresarios, pero además, la acumulación del descontento social que puede derivar en un estallido.
- Ante la alternativa de que el MAS salga victorioso en primera vuelta, recurrir al golpe de Estado con participación directa de militares y policías. Sin embargo, el rechazo internacional a una asonada militar puede invalidar esta acción.
Lo cierto es que EE.UU. y la derecha conservadora no están dispuestas a entregar el poder al MAS. El pueblo debe estar atento porque fuera de estas opciones con seguridad tienen otras alternativas ilegitimas e ilegales para sorprendernos. Es necesario desarrollar la movilización social y política que restaure plenamente los principios de la democracia popular y comunitaria.