GAZA

GAZA, ¿Y AHORA QUÉ?

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El siguiente articulo fue publicado en la sección Dibujo Libre del periódico La Razón, el Periódico Digital Insurgentes en un compromiso de solidaridad y apoyo con el hermano país de Palestina publicará documentos y artículos de interés.

Presidente palestino: La seguridad y la estabilidad de la región se lograrán cuando cese la ocupación israelí.

El conflicto palestino israelí lleva activo más de 73 años y ha generado cuatro guerras: en 1948, 1956, 1967 y 1973; en el 67, con la Guerra de los Seis Días, Israel ocupó el cien por ciento del territorio palestino. Además de estas guerras, invadió el Líbano tres veces, en 1978, 1982 y 2006. También hubo tres intifadas: en 1976, en el día de la tierra palestina, en 1987 y en 2000. Israel lanzó ofensivas contra la Franja de Gaza en cuatro ocasiones, en 2008, 2012, 2014 y la última, hace poco, en 2021.

La superficie de la Franja de Gaza es de 365 km2 (41 km de largo y de 5 a 15 de ancho) y tiene una población de dos millones de habitantes, lo que la convierte en la más densa del mundo. Tras 11 días de escalada de la violencia israelí contra la población palestina en Jerusalén Oriental, esta brutalidad llegó a su máximo pico con el bombardeo de la Franja, el 10 de mayo, causando una gran destrucción y un número cada vez más elevado de víctimas: 279 muertos, de los que 69 fueron niños, y más de 8.900 heridos, de los cuales 90 eran “muy graves”. Además el ataque provocó cientos de millones de dólares en pérdidas económicas.

El bloqueo por mar, tierra y aire contra la Franja de Gaza, que ya dura 15 años, en gran medida se agravó por la guerra reciente. La brutal agresión a los territorios palestinos destruyó 68 escuelas, 5 hospitales, 6 centros de salud y 490 instalaciones agrícolas resultaron dañadas. Las redes de alcantarillado y de suministros de agua subterránea también fueron gravemente afectadas. Los lugares de culto no se salvaron: 40 mezquitas y una iglesia quedaron demolidas total o parcialmente. El ejército de ocupación bombardeó más de 300 instalaciones económicas, industriales y comerciales, destruyó completamente 7 fábricas, más de 60 instalaciones turísticas y dañó 31 transformadores eléctricos en Gaza; 75 oficinas gubernamentales e instalaciones públicas así como oficinas de prensa extranjera fueron objeto de los bombardeos israelíes.

Ante esta trágica situación, en todos los países del mundo hubo manifestaciones de apoyo y solidaridad con el pueblo palestino, llamando a poner fin a la escalada de agresión.

Presidentes y cancilleres contactaron con ambas partes para frenar el ataque, lo que culminó con una iniciativa egipcia con apoyo norteamericano y francés para el cese de la agresión. Más tarde, cancilleres de Egipto, Jordania, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos visitaron Palestina e Israel para fortalecer el fin de la agresión y hablar de la reconstrucción de las instalaciones destruidas por los bombardeos israelíes.

El presidente palestino Mahmud Abbas, a través de un contacto telefónico con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le aseguró que la seguridad y la estabilidad se lograrán cuando cese la ocupación israelí de la tierra del Estado de Palestina, con Jerusalén Oriental como su capital.

Abbas afirmó que la parte palestina está dispuesta a trabajar con el Cuarteto Internacional (Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y las Naciones Unidas) para lograr la paz sobre la base de decisiones de legitimidad internacional.

Biden, por su parte, puso énfasis en la necesidad de lograr la calma y reducir la violencia en la región, afirmó el compromiso de Estados Unidos con la Solución de dos Estados, y dijo que su administración se opone a cualquier medida unilateral, como los asentamientos israelíes, y que también es contraria a la evacuación de los palestinos de sus hogares en Sheikh Jarrah y Jerusalén Este, subrayando la necesidad de preservar el statu quo en Jerusalén.

El secretario de Estado, Antony Blinken, también afirmó que Estados Unidos está decidido a reabrir su Consulado General en Jerusalén Oriental, para dar servicios a la población palestina y a proporcionar 75 millones de dólares para proyectos de desarrollo, 5,5 millones de ayuda humanitaria y 32 millones para la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, por sus siglas en inglés). Además, la Unión Europea y los países del Golfo también prometieron ayudar económicamente en la reconstrucción de lo destruido por el bombardeo israelí en Gaza.

Elimine la ocupación y ahórrese el dinero. ¿Cuáles son las herramientas que debe utilizar la comunidad internacional (que usa habitualmente en otros conflictos) para garantizar que Israel cumpla con sus obligaciones y ponga fin a la ocupación? ¿Intervención militar? ¿Sanciones? ¿Suspender las relaciones bilaterales? ¿Enjuiciar a los perpetradores? ¿Desplegar fuerzas de protección? ¿Embargar armas? ¿O dependerá simplemente de la capacidad de persuadir a la potencia ocupante para que ponga fin a su ocupación, cuando la historia ha demostrado que Israel no está preparado para cumplir con estas solicitudes? Sabemos que el asesinato de un israelí es suficiente para hacer una condena, pero ¿cuántos civiles palestinos deben ser suficientes para que se condene? 279 palestinos han sido asesinados, un tercio de ellos niños y mujeres. ¿No es suficiente con acabar una familia entera, demoliendo edificios residenciales y desplazando a decenas de miles de palestinos por cuarta o quinta vez? Todo esto se está cometiendo en medio de la pandemia.

Israel no es solo una potencia ocupante, es una potencia nuclear que tiene un arsenal militar, una cúpula de hierro contra cohetes.

El mundo en general y sus polos internacionales en particular, no tuvieron prisa por celebrar una conferencia internacional de paz vinculante para alcanzar la Solución de dos Estados en las fronteras del 4 de junio de 1967 y para garantizar el regreso de refugiados palestinos sobre la base de la Resolución Internacional 194, reconociendo la plena igualdad para el pueblo palestino en Galilea, Triángulo, Negev y ciudades mixtas, dando al pueblo árabe palestino su derecho a la autodeterminación en la tierra de su patria Palestina.

En la reciente escalada de agresión en Palestina, el Consejo de Seguridad no emitió una declaración sobre lo que estaba sucediendo debido a la negativa de Washington para que la declaración incluyera una condena a Israel. Si Washington, los países europeos y el mundo están interesados en la paz y la estabilidad en la región y si les preocupa la seguridad de Israel y la Solución de los dos Estados, están obligados a implementar una paz justa y duradera según las normas internacionales, las resoluciones del Consejo de Seguridad y los acuerdos firmados entre las partes con el patrocinio del Cuarteto Internacional.

Solo habrá tregua si está ligada a una solución política justa y aceptable, porque si no, será una tregua frágil e inútil; se abrirá una nueva dirección para encender nuevas agresiones y levantamientos, porque los líderes del Estado colonial sionista no detendrán su elección colonial. O se concede al pueblo árabe palestino sus derechos políticos y la independencia de su Estado, con Jerusalén Oriental como capital, o la perpetuación del ciclo de guerra, violencia y caos en la región que afecta al mundo entero continuará. Porque el pueblo palestino y su liderazgo legítimo no alzarán la bandera de la rendición y no aceptarán la ocupación militar israelí como solución al conflicto.

De recientes declaraciones de Benjamín Netanyahu se entiende que a Israel solo le interesa normalizar su relación con los países árabes e islámicos, continuando la ocupación palestina, que fue ignorada. Esto hace que la Solución de los dos Estados sea un asunto pasajero.

Los partidos de derecha y el sionismo israelí basan su rechazo a un Estado palestino en dos razones: primero, negar la existencia del pueblo palestino y negar sus derechos históricos y nacionales en Palestina, a cambio de resaltar y afirmar los derechos de los judíos; y, segundo, creen que cualquier retirada israelí de los territorios palestinos ocupados en 1967 (en especial de Cisjordania) y el establecimiento de un Estado palestino amenazaría la existencia de Israel desde un punto de vista geoestratégico.

Por Mahmoud Elalwani – Embajador de Palestina en Bolivia

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