Algunas preguntas sobre el Vivir Bien
Teorizado por primera vez por Simón Yampara en Bolivia, pero continuado por una diversidad de autores, el concepto de Vivir Bien tiene como principal característica la fusión en un solo sujeto del individuo, la comunidad y el medio ambiente, donde se entiende a los tres elementos como parte de un solo sujeto donde, a la vez, conviven en armonía el hombre, la comunidad y la naturaleza. Es decir, es una concepción del mundo holística. Ahora que sabemos que la cuenta regresiva para poner un límite a las emisiones de carbono ya avanzó más de medio camino, creo que es importante hacer algunas anotaciones respecto al Vivir Bien.
Es desde el inicio un punto de partida opuesto a las concepciones de desarrollo trabajadas hasta el momento, o al menos pretende serlo, pues considera que los actuales patrones de crecimiento del ser humano llevan inevitablemente al etnocidio, siendo urgente una nueva forma de entender la economía como una búsqueda de crecimiento material, espiritual, biológico, todo basado en un gobierno territorial, orientada a una finalidad específica: armonía.
Es posiblemente esta ruptura con la epistemología tradicional del crecimiento y el desarrollo a la que estamos tan habituado dentro del capitalismo, lo que lleva a algunos a sostener que el Vivir Bien es una subversión epistémica proveniente de culturas indígenas no predatorias, a diferencia de las occidentales. Se advierte, sin embargo, que esta propuesta ha sido implementada por los gobiernos progresistas de forma no coherente, contradictoria y hasta esquizofrénica durante la primera década y media de éste siglo, lo que no implica su invalidación como enfoque filosófico político con un horizonte normativo para la sociedad boliviana.
Esto lleva a cuestionar la verdadera carga epistemológica del Vivir Bien, sin negar que se trata de una propuesta útil más allá de su aplicación práctica, necesaria en un momento en el que el capitalismo mundial ya da señales de una decadencia que puede culminar con la destrucción de las bases de la vida sobre la tierra. El último reporte del IPCC es categórico al respecto: “en 10 años se jode la cosa si no la paramos ahora”
Es un planteamiento eminentemente ecologista, con elementos de pensamiento indígena y progresista que lo hace atractivo para nuevas formas de pensamiento socialista o post capitalista. Se trata de un planteamiento posmoderno, inspirado en lo que se entiende por virtuoso en las culturas amerindias del continente. Lo que lo diferencia de otras formas de ver el mundo e que busca una forma de vida plena. Objetivo que se plantea sin una estrategia concreta, pero que va más allá del mejoramiento material del ser humano.
Es, por lo tanto, algo que va más allá del desarrollo, que cuestiona la idea misma de crecimiento económico y que puede servir para la construcción de un nuevo mundo. Es decir, la relevancia del Vivir Bien no viene de que sea pensado o no por los pueblos indígenas, si es una construcción o un invento o una tradición, sino de que es una alternativa en un momento en el que el mundo necesita desesperadamente una.
Carlos Moldiz
Colectivo Revolucionario Plurinacional