EL VERDADERO CANALLA Y LA IMPUNIDAD
La comisión mixta de Justicia Plural de la ALP, aprobó tres juicios de responsabilidad en las últimas horas, entre ellos la proposición acusatoria contra Carlos Mesa, por el caso Quiborax, porque en su gobierno se aprobó disposiciones que favorecían a la empresa chilena. La reacción del político de marras, niega lo que en los últimos días venía proclamado: “la búsqueda de justicia sin impunidad de ningún tipo”, ahora, a tiempo de reclamar la decisión de la comisión no dudo en calificar de ¡Canallas” a la brigada del MAS!
El 23 de agosto, Carlos Mesa a nombre de CC, hizo una propuesta para “suscribir un acuerdo de alcance nacional” entre el gobierno y las brigadas parlamentarias del MAS, CREEMOS y CC, supuestamente, para viabilizar las recomendaciones del GIEI. Después suscribieron un documento colectivo, en la que además de CC y CREEMOS, firman el CONADE Y Comité Cívico de Santa Cruz, con tenor similar. Es bueno analizarlas, leyendo “las entre líneas” de este documento para descubrir realmente quienes son los canallas, con las disculpas del señor Mesa y su “pedigrí señorial” e hispano.
Los vínculos canallas de Mesa con la impunidad.
La propuesta de Mesa empieza señalando que, “El Informe del Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI), ha puesto en evidencia la debacle del sistema judicial boliviano”, casi sorprendido recién se da por enterado de que el sistema judicial está en debacle. Pareciera que antes, funcionaba bien el sistema judicial, que por cierto nadie lo cree, ni el mismo. Tal vez haya querido decir que antes de ahora (es decir del proceso de cambio), la justicia estaba al servicio de ellos, de los plutócratas y las castas dominantes para tener permanente impunidad de escandalosos casos de corrupción, pero además de la complicidad de la justicia siempre han contado con el silencio cómplice de los propietarios de los medios de comunicación para que el pueblo no se entere de sus fechorías. Él también lo sabe, porque fue parte de sistema de felonía. Entonces la justicia se inclinaba ante los nobles señores de procedencia hispana, y no ahora (estos canallas) que le piden cuentas por sus acciones siendo gobierno.
Carlos Mesa no debe olvidar que contando con, repetimos las palabras de su documento, “ las ilegales decisiones de fiscales y de magistrados”, él asumió decisiones para dejar en la impunidad “graves vulneraciones a los derechos humanos que afectaron al sistema democrático” y cuestiones de corrupción escandalosos, como el caso de los crímenes de febrero de 2003, negándose a dar curso a un juicio de responsabilidades, en su condición de presidente del entonces Congreso Nacional, contra Carlos Zorro Berazain, ese canalla, amigo suyo, que goza hoy de impunidad y buena salud económica en EE.UU.
No se olvida que en una concentración de El Alto, prometió que respecto de los crímenes de Octubre Negro de 2003 iba hacer justicia, pero no se atrevió a seguir ningún acto jurídico, siendo Presidente de Bolivia, para juzgar al político y canalla que más admiraba, Goni Sánchez de Lozada; también se ha negado a declarar como testigo en un juicio que se realizó en EE.UU.; así contribuye a la impunidad de sus correligionarios, pero no a la justicia este personaje de la política que cobro en dólares para ser candidato a Vicepresidente. Por si acaso recordamos que estos crímenes fueron en “enfrentamientos fratricidas” y Carlos Mesa entonces cometió un “franco incumplimiento de sus deberes y su responsabilidad con el país”.[i] ¡Eso sí, es una canallada!, pero de su parte.
Otro acto, que cubre de impunidad prácticamente a todos los gobiernos neoliberales y el suyo propio, es la quema de los únicos documentos y facturas que probaban la apropiación indebida de centenares de millones de dólares bajo el rótulo de “gastos reservados”. No tuvo la valentía de poner en práctica uno de los principios de la democracia que reclama: la transparencia y la responsabilidad de rendir cuentas públicamente. La moral no se proclama, se demuestra en la práctica para no ser canalla. Don Carlos, otra cosa había sido sin micrófono. He aquí otra canallada.
El caso Quiborax, solo es una parte de la larga cadena de impunidades a la que está ligado Carlos Mesa. Todo este tiempo ha venido reclamando en tono altisonante “justicia para todos”, ahora dice “menos para mí”. Por eso, el ofrecimiento de reconciliación se resume en una “propuesta de impunidad” para él mismo y sus compinches. Por eso, Carlos Mesa, se ha vuelto un político despreciable por su comportamiento vil, o sea, un canalla. A las pruebas nos remitimos.
¡Ah! Cuando amenaza Don Carlos, nos hace recuerdo al dictador Hugo Banzer Suarez, que para “habilitarse como un político demócrata”, mando a asesinar a Luis Espinal Camps, Marcelo Quiroga Santa Cruz y Carlos Flores, quienes habían reunido las pruebas para el juicio de responsabilidades contra el dictador; durante el golpe de García Meza en 1980, “el demócrata Banzer” hizo desaparecer a los acusadores y las pruebas de los graves crímenes que cometió durante su dictadura. Ahora, el demócrata Mesa, nos amenaza con una nueva ruptura democrática, si la justicia no le garantiza impunidad. Habrá que preguntarle al señor Mesa ¿Si está dispuesto a matar para avalar la impunidad de quienes son responsables de ejecuciones sumarias en las masacres de Senkata y Sacaba?, o acaso ¿Si esta dispuesto a matar la democracia promoviendo un nuevo golpe de Estado para conservar la impunidad suya y de sus nuevos socios fascistas y racistas?
En realidad, lo que quiere Carlos Mesa es que no haya juicio de responsabilidades para nadie.
[i] [i] “Las ilegales decisiones de fiscales y de magistrados del Tribunal Constitucional, motivadas por la obediencia servil a las autoridades políticas, dieron lugar a graves vulneraciones a los derechos humanos, afectaron al sistema democrático y pusieron al país al borde del enfrentamiento fratricida, en franco [i]incumplimiento de sus deberes y su responsabilidad con el país”. Esta es la cita textual del documento del CC, que utilizamos para la redacción del artículo.