Datos curiosos sobre el narcotráfico
Dato curioso 1: la mayor parte de los narcotraficantes en la historia de éste país y de Latinoamérica han estado ligados a sectores de derecha.
Si bien es innegable que organizaciones que podrían considerarse pertenecientes a la izquierda, tal como las FARC o Sendero Luminoso, se han visto directamente involucradas en el narcotráfico, también es fácilmente comprobable que el negocio de la producción y comercialización de la cocaína siempre ha estado ocupado mayoritariamente por organizaciones paramilitares ideológicamente conservadoras y de derecha, como las Fuerzas Unidas de Auto Defensa de Colombia (FUADC), que según algunos constituyeron una importante base de apoyo para el ex presidente de ese país, Álvaro Uribe, sin mencionar a otros aliados de los Estados Unidos en la región, como el ex general Manuel Noriega en Panamá, los combatientes de la CONTRA nicaragüense financiados con dinero del narcotráfico por la mismísima CIA o, más recientemente, el ex presidente hondureño Porfirio Lobo, otrora presidente títere de Washington.
Dato curioso 2. A lo largo de la historia boliviana de la segunda mitad del Siglo XX, existió una relación muy estrecha entre dictaduras militares, organismos de intervención estadounidenses, carteles del narcotráfico y, sorprendentemente, ex criminales de guerra nazis.
Y de la misma forma en que ocurre con el resto de Latinoamérica, Bolivia también ha sido parte de densas redes ligadas al narcotráfico, pero no conformadas por organizaciones indígenas, campesinas, contestatarias o de izquierda, sino por élites militares como las encabezadas por dictadores como Hugo Banzer Suarez y Luis García Meza, innegablemente afines a los sectores más elitistas y privilegiados del país. Al respecto, es más que elocuente la relación que se estableció durante los 80s entre la dictadura de Meza, el Cartel de Medellín del infame Pablo Escobar y el ex criminal de guerra nazi, Klaus Barbie, tal como lo demuestra un excelente reportaje de investigación del fallecido periodista Boris Miranda, donde se describe incluso cómo éstos camaradas de lo ilícito se reunían para planificar sus gigantes fechorías en compañía de prostitutas, drogas y alcohol. El reportaje no tiene desperdicio, y puede encontrarse en el portal de la prestigiosa revista Nueva Sociedad. Les recomiendo que le den una mirada.
Dato curioso 3: Bolivia es el tercer productor de hoja de coca en toda la región andina, detrás de Perú y Colombia, pero es el único país descertificado por los EEUU en la lucha contra el narcotráfico
De acuerdo a datos recolectados por la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Crimen (UNODC, por sus siglas en inglés) entre los tres países productores de coca en los Andes durante 2021, Bolivia tenía la menor cantidad de superficie de hoja de coca cultivada, con 29.400 ha; seguida por Perú, con 61.777 ha, y Colombia, en el primer lugar, con 143.000 ha. Es decir, Bolivia representaba apenas el 12% de toda la coca que se produce en Latinoamérica, mientras que Perú participaba el 26% y Colombia ostentaba el 62%. Somos, en otras palabras, en eslabón más pequeño, el actor menos relevante, en el ilícito negocio del narcotráfico, y seguramente es mejor así. No obstante, a pesar de éstos innegables avances en materia de lucha contra las drogas, Bolivia lleva siendo descertificada por los Estados Unidos desde 2009, después de que expulsáramos a su embajador y a la Drug Enforcement Agency de suelo boliviano, lo que ha implicado, entre otras cosas, la suspensión de acuerdos de intercambio comercial preferente con ese país, como el ATPDEA, que representaba un espacio de intercambio comercial para algunos sectores productivos de exportación. En todo caso, queda claro que al momento de evaluar la lucha contra el narcotráfico, Washington tiene más criterios que la efectividad para reducir el volumen en la producción de drogas.
Dato curioso 4: Más del 95% de la cocaína que se consume en los EEUU es producida a partir de hoja de coca proveniente de Colombia.
Nuevamente, remitiéndonos a otro trabajo periodístico de Boris Miranda respecto al éxito comparativo de la estrategia anti drogas del Estado Plurinacional de Bolivia en relación a países como México, Colombia, Perú o Brasil, se nos presenta el curioso hecho de que, de acuerdo con el Departamento de Estado de los EEUU, exámenes químicos realizados sobre cargamentos de cocaína interceptada por sus autoridades en 2016 demostraron que un impactante 95% de toda esa droga que circulaba en ese país se producía a partir de hoja de coca colombiana, modificada genéticamente para contener un mayor nivel de alcaloides. Por otra parte, existen estudios dirigidos por el Instituto Nacional de Estadísticas de Argentina que demuestran que existe una comunidad numerosa de bolivianos residentes en ése país que consumen hoja de coca de forma tradicional, proveniente de todas las regiones dedicadas al cultivo de ésta hoja en Bolivia, desde los Yungas, el Norte de La Paz y, por supuesto, el Chapare, lo que implicaría que la hoja de coca boliviana es, de hecho, destinada a formas de consumo lícito.
Dato curioso 5: El mercado internacional de la cocaína tiene su origen en Colombia como principal centro productor, a Brasil como puerta de acceso a Europa y a México como punto de ingreso a EEUU. Bolivia no es ni el principal centro de producción, transporte o consumo.
Es interesante repasar la historia del actual negocio de la cocaína, particularmente en cuanto a los actores que han estado involucrados en él. Lo primero que debemos señalar es que la producción del estupefaciente siempre tuvo su principal centro en Colombia, aunque lo que sí ha variado son las rutas de transporte y los intermediarios. Después del fracaso de la invasión de Playa Girón, la mayor parte de los disidentes cubanos que fracasaron en esa campaña financiada por los EEUU se dedicaron a comerciar cocaína en las calles de Florida durante casi toda la década de los 60s, hasta que fueron desplazados por organizaciones colombianas durante los 70s. La mayor parte de la droga era introducida por rutas aéreas, hasta que la era Reagan y la guerra contra las drogas, que obligó a los carteles colombianos a introducir su mercancía a través de la frontera mexicana, empoderando enormemente a las organizaciones criminales de éste país. Por otra parte, Brasil fue adquiriendo mayor relevancia en el negocio recién a partir de la década de los 90s, durante la cual extiende sus operaciones a países vecinos como Paraguay y Bolivia. No obstante, ninguno de los dos últimos países juega un rol estratégico ni en la producción ni el transporte de cocaína, al menos en comparación con Colombia, México y Brasil.
Dato curioso 6: La cocaína fue aislada de la hoja de coca por primera vez en 1860 por el alemán Albert Niemann, pero fue prohibida como una sustancia ilegal recién después de la Segunda Guerra Mundial. Sus principales productores pertenecían a la industria farmacéutica de los EEUU, Inglaterra, Alemania y Japón.
Y no sólo hablamos de Coca Cola, sino de una industria farmacéutica en la que capitales alemanes tenían inversiones en campos de cultivo de hoja de coca en territorios asiáticos como la isla de Java, hasta que la Segunda Guerra Mundial implicó, entre otras cosas, el desmantelamiento de las empresas productoras de fármacos de los países derrotados. Esto implica que los parámetros que utilizamos para declarar la legalidad o ilegalidad de una droga no necesariamente responden a criterios médicos o científicos, sino que están atravesados por intereses políticos y correlaciones de fuerzas muchas veces arbitrarias.
Dato curioso 7: Si se trata de identificar a narco-estados a lo largo de la historia, debe recordarse que el imperio británico invadió y colonizó China para forzar el consumo de opio y que EEUU financió la lucha contra el comunismo en Centroamérica mediante el comercio de cocaína.
Y esto si no tomamos en cuenta de que el Imperio Ruso del Siglo XIX se financiaba sobre todo con impuestos provenientes del vodka, la Corona Británica era adicta a los impuestos al tabaco y, nuevamente, los Estados Unidos financiaron su guerra de independencia con dinero proveniente del contrabando de molasa para producir ron y tabaco cultivado en haciendas esclavistas. La guerra contra las drogas carga una dosis alta de hipocresía. EEUU es el mayor consumidor de estupefacientes en el mundo, y es al mismo tiempo el adalid de la sobriedad.
Si vamos a hablar de narco estados, por lo tanto, no olvidemos que si se trata de eso, entre los países desarrollados tenemos incluso narco imperios.
Carlos Moldiz