AL GOBIERNO: ¿CUÁL ES LA ESTRATEGIA EPIDEMIOLÓGICA?
W – Insurgente
Esperé mucho tiempo para dar mi opinión, por un lado, pensando en la actitud que tomaría la población frente a la pandemia y el autocuidado de la salud que se debe promover desde todos los ámbitos posibles, y por otro lado, esperando la reacción del gobierno en atender, aunque tarde, a los profesionales que prestan servicios a la población afectada con la enfermedad, que a esta altura desvela tan notoriamente la ineptitud del Ministerio de Salud y de todo el gobierno, que, antes de priorizar la salud de la población, ha preferido realizar campaña electoral con el coronavirus. Pero, iremos por partes.
¿Que la población debió atender la prevención del Coronavirus por sobre todas las cosas? ¿Que todos los profesionales en salud debieron capacitar a la población desde enero y febrero para confrontar la crisis? ¿Qué la acción del gobierno debía ser utilizando un lenguaje científico, claro y respetando los saberes y sentires de cada región? ¿Que el primer día que tuvimos un caso confirmado debieron dotar de toda la indumentaria de bioseguridad al personal de salud? ¿Que los hospitales debían tener los test para diagnósticos rápidos adquiridos con anticipación? Además de tener la logística necesaria. ¿Que debía existir un protocolo de atención de pleno conocimiento de los profesionales de la salud y de la población? Son parte de interrogantes que debían tener respuesta en una estrategia, un plan integral, para confrontar la crisis sanitaria con participación de los profesionales en salud y de la misma población. Pero, lamentablemente, dicha estrategia no existe, o por lo menos esa es la impresión porque no hay socialización alguna al respecto.
Para realizar toda la planeación, la programación presupuestaria y llevarlo a la acción se necesita un asesoramiento técnico de profesionales que tenemos en nuestro país, que son capaces y que las autoridades actuales han preferido ignorarlos y hacerles a un lado, seguramente porque sería más evidente la ignorancia de ellos en la gestión de la crisis.
Es tanta su inoperancia que hasta el día de hoy el conjunto de profesionales médicos, enfermeras, laboratoristas, administración, personal de limpieza, etc. no tienen su equipo de protección personal; ya existe un fallecido y, el colmo, no existe ni una sola bolsa de alta protección. Existen 200 profesionales y trabajadores en salud en todo el país que están aislados por haber tenido contacto con enfermos de Covid-19, y están en riesgo de contraer la enfermedad y, a su vez, trasladar a sus familias. Mientras, el Ministro de Salud se autoproclamó “Vocero Oficial en Bolivia del Coronavirus”, informa cada noche sobre la cantidad de casos confirmados, sospechosos y descartados; sin mosquearse que un verdadero epidemiólogo toma en cuenta las cantidades y números para tomar decisiones y estrategias para frenar y evitar la expansión de la pandemia. Claro como vocero él no toma decisiones, se limita a leer el informe diario. Debe quedar claro, más allá de la crítica, estas decisiones llevan una gran responsabilidad que involucra la SALUD DE LA POBLACIÓN BOLIVIANA.
El gobierno, hasta ahora, no se ha puesto la verdadera camiseta tricolor, usaron la bandera de capa tan solo para cubrir sus espaldas y no para ponerse manos a la obra a favor del país; con todos sus decretos, prohibiciones y militares en las calles solo preparan el terreno para echar la responsabilidad a la misma población de la diseminación del COVID – 19. Sin embargo, ya es momento de saber que ellos no tomaron la responsabilidad en serio, el Ministerio de Economía y Finanzas no ha entendido que estamos en emergencia, y que es preciso que los 100 millones de dólares, o más de 100, se gasten de una vez, que es preciso hacer compras de la indumentaria de bioseguridad, de diagnóstico (reactivos, test, etc.), equipos y logística para atender a los enfermos, medicamentos… La Cancillería, enfrascada en la campaña electoral, se olvidó que estamos en Emergencia Sanitaria, en vez de reuniones con cenas bufett, tendría que gestionar la ayuda de diversos países, organismos internacionales y Fundaciones, incluyendo la solidaridad de China y Cuba, que están dispuestas a traer equipamiento e insumos para nuestra población.
Ni hablar de prevención. Fuimos privilegiados en conocer las medidas que tomaron otros países para poder accionar estrategias preventivas y prepararnos para la llegada de la pandemia, pero… es bien conocida la frase “el inteligente aprende de sus errores y los más inteligentes aprenden de los errores de otros” justamente para no cometerlos, es una lástima que el gabinete de Añez quiera repetir errores que ya se cometieron en otros lados, lo cual no denota inteligencia más se parece un pecado de vanidad.
Es conocido que en nuestra política de salud, desde hace diez años, se da prioridad a la prevención, usando estrategias por parte del personal de salud para promocionar y educar en salud, reconociendo y respetando los saberes de la población y la comunidad. Ahora, gracias a la administración del actual Ministro de Salud se retrocedió más de una década tratando de imponer pensamientos empíricos en epidemiologia y perdiendo el espacio de confianza en la comunidad hacia el personal de salud. Se retrocedió tanto al no equipar con prontitud al personal de salud existiendo recursos económicos y no operativizar a tiempo, todo esto solo tiene una descripción: INCAPACIDAD E INGOBERNABILIDAD. A este paso y viendo como en las RRSS pasan cadenas de oración, parece que a los bolivianos solo nos queda recurrir a estas para contrarrestar la pandemia.