De un tiempo a esta parte, vivimos el mundo al revés, en el que los lobos buenos son maltratados por los corderos y los piratas son honrados. Así los que se denominan radicales, resultan siendo los nacionalistas más conservadores; los que se denominan patriotas, son cipayos traidores al servicio del imperialismo; quienes viven por décadas mamando del estado, resultan autocalificándose como institucionalistas y de carrera; los victimarios resultan apareciendo como víctimas; los dizque demócratas son golpistas… y la derecha reaccionaria, resulta teniendo como himnos las canciones “para el pueblo lo que es del pueblo” de Piero y “el pueblo unido jamás será vencido” de Quillapayun.

En este contexto de las cosas al revés, se reproduce la cultura política del MNR, donde las contradicciones y las traiciones eran y son el pan de cada día. Así, aparecen personajes como Leonardo Loza, quien por norma y protocolo debía tener el   título de honorable, pero se ha convertido también en lo exactamente contrario: indigno, falso, desacreditado.

Pero, Loza además cumple la función de “adivino” con similares atributos que Ramses, ahora convertido en “futurólogo”/cosmobiólogo. Recordemos que este ex agente de la CIA, es el que quiso meter a la cárcel a Jaime Paz Zamora por su relación con su medio hermano, el Oso Chavarría. Extrañas coincidencias. “Jodidos estamos todos” diría Oscar Eid enfundado en una chompa blanca y negra.

Resulta muy interesante hacer un seguimiento a las declaraciones de Loza, en las que normalmente anuncia que es lo que va a pasar en un futuro inmediato. Su nivel de acierto es muy alto. Un ingenuo podría decir que tiene un aparato de inteligencia muy efectivo y un “geopolítico” al estilo de su pupilo asalariado Gabriel Villalba, diría que es un “experto en prognosis”. Sin embargo, nada de eso es cierto.

El “adivino” logra esos éxitos no porque tenga una eficiente bola de cristal o lea las cartas españolas con maestría o las entrañas de los cerdos le develen misterios o más aún la borra del café le dicte el oráculo. No. El, sencillamente expone lo que el evismo tiene planificado y va a ejecutar. Su juego es sencillo: atribuirlo al gobierno de Luis Arce Catacora. Loza no predice nada. Sólo delata los planes del evismo. Y obviamente no hay nada más que seguirlo para saber cuáles serán las próximas acciones.

Por eso son muy reveladoras sus afirmaciones cuando dice: van a haber muertos en los bloqueos. “El gobierno ha ordenado la más cruda represión y que de los bloqueos salgan muertos y heridos.” dice. Cuando bien sabe, que una de las líneas que salió de una reunión del Chapare fue precisamente eso: ser duros en el bloqueo no importando las consecuencias.

Por sólo esta declaración, el ministerio público de oficio, debía convocarlo y hacer las investigaciones del caso, convocándolo a que exponga en calidad de denuncia, lo que él ya sabe va a ocurrir…

Pero, además Loza cumple otra función adicional. No sólo es el adivinador del futuro, sino que es también la marioneta, el títere del ventrílocuo, a través de quien habla Evo: sólo tiene que sentarlo sobre su pierna y hablar sin mover los labios, mientras el muñeco mueve la boca, los ojos y hace algunos movimientos corporales.

Cuando Evo “no puede decir”, hace hablar al muñeco al que a veces lo viste de chinito, con su sombrerito triangular y sus tremendas gafas, además del traje al estilo de Bruce Lee. Lo viste de acuerdo a las circunstancias y algunas veces le hace formar dúo con otro títere con cabeza de cerdito. Entre ambos dicen las mentiras más espectaculares gracias al favor de la prensa que trabaja para potencias extranjeras.

Por lo antedicho, y como diría el Eclesiastés, “no hay nada nuevo bajo el sol”.

Sólo a nosotros, mortales vulgares y silvestres, nos toca adivinar si los 860.000$us fueron parte de un millón perdido, encontrado y defendido a capa y espada por Carlos Romero y el Mono Loco, teniente coronel Yerko Terán el policía los “narco audios”: otra extraña casualidad… Nos toca “adivinar” si estos dólares no estaban destinados a la organización de los bloqueos para la renuncia de los magistrados, y que fracasarán por que se quedaron sin plata para la movilización.

Julio Chambilla