¿LA GRAN VENGANZA DEL SIONISMO?
El sionismo y sus grandes operadores de la ultra derecha y el fascismo internacional entre los que se encuentran Javier Milei y Santiago Peña, presidentes de Argentina y Paraguay respectivamente, están demostrando con sus actos, que no les importa poner al mundo al borde de una tercera y quien sabe definitiva guerra mundial.
El desgraciado accidente aéreo en la zona de Varzeqan, en la provincia de Azerbaiyán Oriental en el que perecieron el presidente Ebrahim Raisi, el Ministro de Relaciones Exteriores Hosein Amir Abdolahian y otros colaboradores del gobierno de la República Islámica de Irán, más del timing político en el que se produce, no puede ser asimilado como una mala jugada del destino.
Pero, sobre todo, la amenaza que el sionismo hizo pública a nivel mundial, de que “en Irán habría de producirse un terremoto como resultado de la gran venganza”, producto del ataque con drones sobre territorio israelí, fue, y es la confesión de parte, que hace evidente la responsabilidad del gobierno de Jerusalén en el magnicidio de Raisi. A confesión de parte, relevo de pruebas, señala una máxima del corrompido derecho occidental moderno.
Estados Unidos y la OTAN, quieren empujar a Rusia a una guerra mundial. Francia ha provocado a Moscú con la declaración de Macron de enviar tropas a Ucrania. Lavrov fue explícito diciendo que los esperan. La República Popular China y Rusia, producto del primer viaje de Putin en su quinto mandato, realizado para visitar a Xi Jinping, acaban de consolidar nuevos acuerdos estratégicos multidimensionales.
En el tablero mundial, está claro que el viejo occidente, es el aristócrata anciano que un día fue intocable y que hoy sólo sirve a los intereses de su hijo putativo, los Estados Unidos, que también entró en crisis económica, política y de valores culturales, como el de salvaguardar la vida y respetar a la tierra, a diferencia todas las milenarias culturas orientales.
Lo único que a Estados Unidos y su buque insignia, el dólar, puede salvar en las actuales circunstancias, es una gran guerra que permita que su complejo industrial militar, siga produciendo ganancias. Para ellos, la guerra es un negocio, más allá de sus consecuencias.
En este contexto geopolítico mundial, con la permanente amenaza de guerra los demócratas norteamericanos, es lógico pensar que para que esta se produzca, deben construir a su enemigo.
Y como no se atreven abiertamente ni con Pekín, ni con Moscú, se atrevieron con la República Islámica de Irán, hermana menor y aliada estratégica de los nombrados Estados, que además hace parte de los BRICS+.
El desarrollo en espiral de la historia, hace que parezca, que la historia se repita, pero no es así pues su desarrollo, siempre conduce a niveles cualitativamente superiores. Parecería que el magnicidio del hermano Raisi, puede retrotraernos a la muerte del Archiduque Fernando de Austria en Sarajevo, que provocó el inicio de la Primera Guerra Mundial. Solo que la que viene, no sería la Tercera sino la última guerra mundial, producto del fanatismo e idolatría de occidente al dios dinero, al capital.
Las cualidades de Raisi lo llevaban a ser probablemente el futuro Ayatola y eso no lo iba a permitir el ultra conservadurismo occidental. A eso precisamente atribuimos su asesinato.
Por lo expuesto, desde Bolivia, expresamos al Gobierno y pueblo iraní, a su líder Supremo Ayatola Alí Hoseiní Jamenei, y al Ejército de Guardianes de la Revolución Islámica, nuestra congoja por la muerte de líderes anticapitalistas, que en los últimos años jugaron un rol sobresaliente en la construcción de un mundo multipolar.
Que el paso a la gloria junto a varias decenas de científicos, dirigentes religiosos, estrategas militares y políticos internacionalistas y un sin número de militantes revolucionarios, sea la semilla que de frutos y que su sacrificio traiga mejores días a su pueblo que merece vivir en paz.
La Paz, 20 de mayo de 2024
Fernando Rodríguez