LA DICTADURA DE BANZER Y EL ASALTO A LA UMSA CON TANQUES Y AVIONES [1]
El 21 de agosto de 1971 asume el gobierno el coronel Hugo Banzer Suárez, después de un cruento golpe de Estado en contra del General Juan José Torres. Como consecuencia de este golpe militar, las universidades son intervenidas y clausuradas hasta 1972. Cuando se produce su reapertura, el sistema universitario esta intervenido por un ente regulador, denominado Consejo Nacional de la Educación Superior (CNES), entidad encargada de formular una nueva currícula para la educación superior y de ejecutar la prohibición para todo tipo de actividad política al Interior de la universidad.
Bajo la estrategia de seguridad nacional, planteaban entre sus objetivos políticos, definidos por ellos como “objetivo de orden psicológico”, “indispensable desintoxicar las mentes para restablecer la solidaridad y la fraternidad entre los bolivianos”[2]. Entre las fuentes que “intoxicaban” las mentes de los bolivianos estaban las universidades. Se sostenía que primero había que aniquilar a los grupos subversivos armados, y luego perseguir y reprimir a grupos de tendencia comunista o de izquierda, para iniciar un proceso de reestructuración. Para ello se utiliza el mecanismo de la represión, la toma física del poder universitario y de desmontar toda la estructura curricular que desarrollaba un pensamiento crítico y revolucionario.
«No quiero ni presos ni heridos”, fue la orden de Selich cuando empezó el golpe de Banzer, y así se dieron sendos asesinatos tanto en la Universidad Gabriel René Moreno como en la sede de la Federación de Trabajadores Fabriles de Santa Cruz. Existen numerosos testimonios sobre el asesinato de los universitarios, que se reflejan en otro capítulo del informe de la Comisión de la Verdad.
Resistencia al golpe de Banzer en la ciudad de La Paz y el asalto a la UMSA.
La resistencia al golpe se había producido en las zonas fabriles, la Universidad Mayor de San Andrés y el cerro Laicakota. Entre los combatientes contra el golpe que cayeron el 21 de agosto de 1971 figuran catedráticos y estudiantes de la UMSA. El triunfo de los golpistas se produjo luego del bombardeo de cerro Laicakota y el ametrallamiento del edificio central de la universidad.
Para el año 70, la universidad era un centro donde fermentaba la revolución. Dos hechos fundamentales ocurren en ese periodo: la incorporación a la guerrilla de Teoponte, de muchos dirigentes universitarios, principalmente de la CUB, y el desarrollo de la revolución universitaria que trataba de transformar los términos de la autonomía universitaria. Existe una concepción de una universidad ligada al pueblo. Todo esto, la convirtió en uno de los objetivos principales de la represión en el Gobierno de Banzer.
En la UMSA, el 19 de agosto de 1971 se desarrollaba las labores académicas de manera normal hasta que llegó la noticia del golpe de Estado en Santa Cruz. Inmediatamente los universitarios declararon movilización para defender al Gobierno de Juan José Torres. El 21 de agosto, se reúne una multitud en la plaza del Estadio conformada por obreros, estudiantes de secundaria, universitarios, gente de clase media y militantes de partidos de izquierda, quienes se esforzaron por organizar una resistencia a convocatoria de la Asamblea Popular[3]. Los enfrentamientos se desarrollarían alrededor de la Intendencia Militar, el cerro Laikakota, Miraflores, San Jorge y en mediaciones de la UMSA.
[1]Extraído del Informe final de la Comisión de la Verdad, tomo 3 “Violación de derechos humanos”.
[2] ivak, Martín. El dictador elegido. Biografía no autorizada de Hugo Banzer Suárez. 2001. La Paz, Bolivia.
[3] Vásquez Michel, Walter. Memorias. 2017. La Paz, Bolivia
La primera víctima del enfrentamiento fue un estudiante universitario. Según testimonio de quien fuera trabajadora administrativa de la UMSA en aquellos tiempos, la participación de trabajadores y estudiantes de la universidad fue numerosa en las acciones de resistencia:
El pueblo y paralelamente los trabajadores y estudiantes de la UMSA salimos a defender posiciones estratégicas. Organizamos barricadas en las calles aledañas a los lugares donde se concentraban las fuerzas militares. Tratábamos de impedir el traslado de tropas y pertrechos, los enfrentamos con armamento obsoleto y precario. En esos enfrentamientos [murieron] algunos trabajadores universitarios. Últimamente nuestros esfuerzos fueron rebasados y nuestra resistencia al interior y exterior de la universidad pronto se acabaría. (Olga Valverde, trabajadora administrativa de la UMSA)[4].
Entre el 19 y 23 de agosto, las unidades militares fueron tomando las universidades del interior del país, una a una. El 20 de agosto los universitarios de Potosí, se atrincheran al interior del edificio de la UATF. Días después de las tropas militares asumirán el control del mismo. Ese día tropas militares ingresan a la Universidad San Xavier de Chuquisaca, sin ninguna resistencia. El mismo 20 de agosto, son acribillados varios universitarios al interior de la Universidad Gabriel René Moreno. El 21 de agosto, muere el padre Mauricio Lefevre, fundador de la carrera de Sociología de la UMSA. En Cochabamba, la misma fecha, la UMSS es intervenida militarmente con alguna resistencia de parte de los universitarios, a la cabeza del coronel José Gil Reyes, Mario Jordán y los hermanos Alarcón. Esta acción cobró un muerto.
El día 22 de agosto, según relatos testimoniales, universitarios, entre varones y mujeres, reunidas en el Atrio de la Universidad, realizaron un bloqueo con los adoquines de la avenida. Sin embargo, el avance del Regimiento Lanza y blindados del Regimiento Tarapacá hicieron retroceder a los universitarios. Fue el General Joaquín Zenteno, quien amenazó con un ultimátum que deriva en la rendición de quienes estaban parapetados en el edificio de la UMSA. Después de haber logrado un acuerdo con el ministro del Interior Andrés Selich, una Comisión conformada por el Arzobispo de La Paz, personal diplomático, docentes y ex dirigentes de la Universidad, además de religiosos (entre lo que se encontró Luis Espinal), recorrieron el interior del edificio, constatando que no habían refugiados y menos armados. Al no encontrar nada, posteriormente se retiraron recomendando a los involucrados mantener la paz.
El 23 de agosto, la UMSA se constituía en el único foco de resistencia en la ciudad de La Paz; cerca de 300 universitarios, retomaron el bloqueo de la avenida Villazón y se convocó a una Asamblea General. Según el relato ante CONREVIP de un detenido político:
Luego del golpe militar ocurrido el 21 de agosto de 1971, la dirigencia universitaria convocó el día 23 de agosto a todos los estudiantes universitarios a una reunión de emergencia a fin de considerar la situación que vive el país. Dicha reunión se realizó en el paraninfo de la Universidad con la participación de más de 200 estudiantes de diversas carreras.BO.ACV_LMJTI.VVP_5606.
Cuando se desarrolló la reunión, la UMSA quedó rodeada de tanques y tropas militares, con la orden de intervenirla. Un universitario detenido en ese entonces recuerda:
[4] Verdueta Quisbert, Juan Marcelo. La UMSA en la dictadura de Hugo Banzer Suárez (1971)–1978). Tesis de grado 2017. La Paz, Bolivia.
Me dirigí al comedor universitario, pero no hubo atención por el malestar que existía en el país, posteriormente asistí a la reunión convocada por la FUL que se llevó a cabo en el teatro de la planta baja del edificio principal de dicha universidad, en ese momento fue intervenido de manera violenta por el ejército rodeando todas las inmediaciones de la universidad con tanques de asalto y con disparos de fusil, ametralladoras se dirigieron a los diferentes pisos, posteriormente lanzaron bazocasos al séptimo y octavo piso, una vez tomada las instalaciones de la universidad con extrema violencia y prepotencia por parte de los militares, nos sacaron a golpes de puño, patadas, culatazos con el fusil, golpes de revólver en la cabeza, nos llevaron con dirección al atrio del edificio de la universidad con amenazas de matarnos, insultos con palabras irreproducibles, quitándonos nuestros libros, cuadernos y calculadoras nos hicieron echar y sentar sobre el vidrio destrozado que cayó de las ventanas del edificioBO.ACV_LMJTI.VVP_2983.
El asalto de la universidad fue realizado por tropas militares y paramilitares armadas que dispararon contra los estudiantes desarmados. Haciendo un rastrillaje piso por piso, imposibilitaron cualquier intento de resistencia. La metralla no sólo vino de las tropas, sino también de los tanques parapetados frente a la Universidad. La siguiente declaración realizada ante CONREVIP da cuenta de lo ocurrido:
Asimismo, aviones militares que pasaron en forma rasante efectuaron disparos contra la edificación donde se encontraron estudiantes, especialmente en la parte superior. Los estudiantes ante tal circunstancia no pudimos abandonar el recinto por lo que algunos compañeros en compañía de un sacerdote izaron una bandera blanca y salieron al atrio a fin de tener un alto al fuego que permita que los estudiantes abandonen las instalaciones; la respuesta fue disparos contra estas personas, circunstancia en que se producen las primeras muertes.BO.ACV_LMJTI.VVP_2983.pdf
Minutos antes, fuera de la universidad, universitarios y mucha gente que estaba alrededor presenciaban que numerosos tanques se dirigían a la UMSA. Entre esas personas estaba el universitario Adrián De La Torre Rodríguez. Según el relato de su hermana:
Junto a dos arquitectos españoles y varios compañeros de facultad oyeron que llegaron tanques y reconoció al general Joaquín Zenteno Anaya. Corrió, se subió al tanque para decirle que no bombardeen, se presentó como hijo de su amigo Adrián de la Torre. Respondió que estaban rodeados de guerrilleros, Adrián le aclaró que los que estaban dentro de la universidad eran sus compañeros de estudios y otros estaban en el comedor universitario, las chicas estaban cocinando. “Aceptó que no iba a bombardear y recorrer los tanques por diez minutos. Entonces le dijo, pondremos en hora los relojes General, Adrián puso su hora igual al reloj del Gral. Zenteno y luego corrió a la UMSA gritando que se vayan a sus casas, que no mueran inútilmente. cuando se vació casi el 90% de la universidad, Adrián estaba en el atrio, gritándoles que todo el mundo se vaya, miró su reloj y habían pasado siete minutos, pero los tanques estaban ya en el atrio. Por encima los aviones empezaron a disparar y le hirieron en las piernas, se acercó un ranger y le disparó en la espalda con una M1. Después se acercó a otro ranger, lo arrastró y lo metió a un taxi y apuntándole al chofer le dijo que lo llevara a la Cruz Roja”. BO.ACV_LMJTI.VVP_1793.
Después de varios días y variadas intervenciones quirúrgicas, finalmente falleció Adrián De La Torre, quien había confiado en el General Zenteno, amigo de su padre. Uno de sus compañeros de curso, que se encontraba cerca del Monoblock, relata que alguien les advirtió sobre el arribo de los tanques:
entonces empezamos a dispersarnos […] con ella me subí hasta la Plaza del Estudiante, y de ahí un poquito más lejos observamos como los tanques empezaron a enfilar hacia el Monoblock, en ese momento […] empiezan a […]posicionarse delante del Monoblock, un compañero mío, amigo mío, Adrián dela Torre… que vivía cerca corre al Monoblock […] está entrando al Paraninfo y le disparan en la espalda, le destrozan la espalda […] la primera víctima de…la intervención sobre la Universidad.”[5]
Entre las víctimas que resultan de esta intervención armada a la UMSA, se reportó la muerte de los siguientes universitarios: Adrián De La Torre, David Valencia, Virginia Bahoz, Héctor Martínez, Marcelo Estenssoro, Enrique Valda, Gonzalo Rocabado, Carlos Flores y Freddy Morales.
Posteriorrmente efectivos del ejército con apoyo de tanques, dispusieron que las personas se pusieran con las manos en la nuca para luego ser conducidas por la Av.Arce a dependencias del Ministerio del Interior.
Durante el recorrido fui golpeado brutalmente por un agente del Ministerio del Interior armados, quienes además me despojaron de mi maletín, libros, lentes, reloj y otros que en ese momento portaba, uno de dichos agentes fue el conocido «Mosca Monroy»; igual suerte corrieron otros compañeros, incluso uno fue muerto cuando tratado de saltar por la reja de una casa (parece que era una legación diplomática)”. Posteriormente (…) fuimos conducidos a un terreno baldío frente al Ministerio del Interior a dos cuadras(…) En este lugar estuvimos hacinados más de 200 personas sin alimentos ni agua hasta aproximadamente las dos de la mañana del día siguiente, en que fuimos trasladados en ambulancias hasta el Regimiento Ingavi en la localidad de Viacha. Antes y durante el traslado fuimos torturados psicológicamente debido a que se nos decía que (…) seriamos transportados hacía el altiplano sin rumbo conocido, se comentaba que íbamos a ser asesinados. (Reddy Antonio Urquizo Arce).
El martes 24 de agosto la situación de la UMSA era incierta. Continuaba el cerco blindado y de efectivos militares. Ya se había puesto en libertad a cincuenta universitarios a medianoche, pero más de doscientos continuaban detenidos y sus familiares procuraban contactarlos. Había finalizado la etapa de la revolución universitaria. Con la clausura de las universidades hasta marzo de 1972, empezaba otro ciclo. Con el golpe de Banzer todas las universidades fueron intervenidas. Su dictadura se caracterizó por desatar contra el movimiento universitario una persecución total y muy organizada. Cerró la universidad boliviana por al menos un año y la intervino militar y administrativamente. Designó rectores, vicerrectores, docentes y administrativos adictos al régimen. Prohibió toda actividad política y crítica y conminó a los estudiantes a “dedicarse a estudiar” y alejarse de la “politiquería”. Los estudiantes fueron sometidos a un régimen de amedrentamiento total al momento de inscribirse en alguna carrera universitaria, estaban obligados a entregar a los empleados del gobierno en las universidades sus datos personales y los de sus familias. Estos datos iban a dar a los archivos de inteligencia del ministerio del interior. A la par de los trabajadores mineros, el movimiento universitario resistió a la dictadura banzerista. La resistencia universitaria se organizó en contra de las reformas anti autonomistas, alienantes y extranjerizantes que realizaron la dictadura a través del Concejo Nacional de Educación Superior (CNES).
[5] Verdueta Quisbert, Juan Marcelo. La UMSA en la dictadura de Hugo Banzer Suárez (1971)–1978). Tesis de grado 2017. La Paz, Bolivia.