ESTADO SITIO Y NEOLIBERALISMO

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CH – INSURGENTES

  1. El virus circula libremente en Bolivia

Han pasado más de 50 días de emergencia sanitaria en Bolivia, sin una estrategia adecuada y sin dirección, el virus está circulando más o menos libremente, no sabemos aún las consecuencias. El gobierno, “para curarse en salud” anda buscando culpables. Pero, el número de muertos e “infectados” en el personal de salud (médicos y enfermeras), de policías y militares, son el ejemplo, de esos combatientes que fueron “lanzados a la guerra sin armas”. Después de más de 50 días, no existen los 250.000 test prometidos (ahora dicen 500.000), no llegan los respiradores (dicen que Trump los va a mandar), no se cuenta con hospitales “centinelas” equipados (pero si con alquileres costosos de hoteles), no existen equipos de bioseguridad para el personal de salud (han proliferado las renuncias por ese hecho y multiplicado las protestas), no existe centros de cuarentena y aislamiento (los pacientes deambulan por los hospitales sin lograr atención médica), etc., etc. A todo esto se llama negligencia y, ante ese hecho, el virus camina libremente por el país, pero al mismo tiempo avanza el deterioro del gobierno.

2. Despliegue militar sin afianzamiento político

El despliegue policiaco – militar durante la cuarentena, no tuvo, sino fines políticos, establecer un sui generis “Estado de sitio” para perseguir a opositores o ciudadanos simples que tuvieron la valentía de expresar su descontento o atreverse a buscar el augusto pan de cada día, todos ellos acusados, generalmente, de “sedición, terrorismo y atentado a la salud pública”, varios de ellos sometidos a “juicios abreviados” con condenas de cárcel.
Pero todo este despliegue de violencia, no logra aplacar la inquietud y las necesidades de la gente; es verdad que el coronavirus mata, pero cuidado que finalmente cause más muertos por hambre y pobreza. Esta situación de los pobres parece que le tiene sin cuidado al gobierno, que sigue anunciado decretos cada vez más represivos, como el DS 4231 que sanciona penalmente la libertad de expresión, anulando un derecho humano y constitucional. Aunque al gobierno no le interesa la democracia y mucho menos la legalidad, a través de la fuerza y el ejercicio de la mentira quiere prolongar indefinidamente su permanencia en el poder.

3. Desgaste acelerado del gobierno

Pero la violencia y el matonaje tienen siempre sus límites, La Paz, venciendo el miedo, ha roto la cuarentena el 11 de mayo, se han producido embotellamientos en las principales arterias de la ciudad. No fueron los vilipendiados y estigmatizados alteños, sino los “cultos e ilustrados” ciudadanos paceños que dijeron ¡basta! a la improvisación, a la ineficiencia, a la prepotencia del gobierno y sus instituciones represivas, a la corrupción.

El mismo signo de protesta contundente fue el cacerolazo y el petardazo el día 10 de mayo, aunque ésta de extensión nacional. Al gobierno se le estrechan las alternativas de decisión. Ahora, solo le quedan dos caminos: flexibilizar la cuarentena o endurecer la represión. El desgaste acelerado del gobierno, su escasa credibilidad y la imagen desportillada y desmaquillada de Añez y su gobierno, no se debe a la acción de los opositores políticos. Todo esto, es resultado de su propio accionar, la prepotencia de sus ministros, el nepotismo presidencial y de sus allegados, los sonados actos de corrupción, los vuelos de turismo y de narcotráfico, que nos hablan de una de descomposición moral, política y administrativa del régimen (ahora sí, la palabra corresponde):

  • Ahí está el asalto millonario a ENTEL por Elio Montes Chávez, allegado de Camacho. Ahora protegido en EE.UU.
  • El otrora presidente de YPFB, Herland Javier Solíz Montenegro, hizo millonarios negociados en la empresa, como aquella compra de diésel en 120 dólares, cuando el barril de precio valía menos de 20 dólares.
  • Están dos vuelos de los narco-jet, cuyas mercaderías fueron cargadas en aeropuertos del Beni y también abastecidas de combustible, hasta ahora nadie da una explicación de estos vínculos, ni siquiera el Ministro de Gobierno, quien dijo que iba a acabar con el narcotráfico.
  • La designación, como Director General de Producción Agropecuaria y Soberanía Alimentaria en el MDRT, de Fernando Gustavo Álvarez Peralta, acusado de tener actividades de narcotráfico y estar involucrado con el Cartel de Sinaloa y el Cartel de Jalisco Nueva Generación; que fue justificada por Murillo.
  • Los vuelos de placer de la hija de la Presidenta y sus allegados en aviones de la FAB con fines turísticos y para “apagar una velita” de cumpleaños en plena cuarentena.
  • El tráfico de influencias del Ministro Yerko Nuñez para “ayuda humanitaria” a una amistad personal en aviones de la FAB, que son propiedad del Estado. Mientras miles de bolivianos no pueden retornar a sus hogares desde distintos puntos del país.
  • Habilitar vuelos “solidarios” para ciudadanos bolivianos que vienen del exterior, pero prohibición de ingresar al país para ciudadanos bolivianos que se desplazan por tierra o a pie hasta la frontera. Creando la figura de bolivianos de primera y de segunda.
  • La compra irregular de bienes y pertrechos al interior de las FF.AA., y el cambio de dos Viceministros en el Ministerio de Defensa, que causa malestar en filas castrenses.
  • La descarada protección de ASFI de los banqueros, queriendo obligar a los prestatarios a pagar sus créditos desde junio, obviamente ignorando la Ley. Todos pierden, menos los bancos, que ya recibieron un respaldo de 550 millones de dólares. Entonces, lo que más está minando la credibilidady el rápido desgaste del gobierno son sus mentiras y sus escandalosos actos de corrupción, que muestran a un grupo de politiqueros ansiosos de poder con fines de enriquecimiento personal o de grupos sociales privilegiados en perjuicio de la mayoría de la población. La vía electoral esta fracasado para ellos, ya no pueden desplegar una campaña electoral, como lo venían haciendo, a favor de Añez, sus argumentos, su credibilidad y su falsa eficiencia ya no convencen a nadie. El efecto boomerang, les ha golpeado fuerte.

4. Salvarse saltando al vacío

Cuando la Asamblea Plurinacional, dentro de los marcos constitucionales aprobó la postergación de elecciones por 90 días, la respuesta del gobierno fue visceral; comenzaron a difundir planes conspirativos, solicitando el cierre del parlamento, (Manfred Reyes Villa, peón de las agencias de espionaje yanqui, diseño nuevamente la línea, ahora desde Cochabamba), se acusó que esta medida legal atentaba a la salud de los bolivianos, cuando en realidad sólo afecta a sus planes prorroguistas. Aunque el gobierno tiene su coro de ángeles (del infierno) en los medios de comunicación, los analistas políticos equilibrados (no los corifeos oficialistas), han develado que en la reacción del gobierno se esconde el plan de permanecer indefinidamente en el poder. La soledad del gobierno es cada vez mayor, sólo Carlos Meza, pretende acudir en su auxilio con la propuesta de un “acuerdo nacional”, porque ahora, hasta la Iglesia Católica ha repudiado estas ambiciones desmedidas de poder.
Pero, los muchachos de la Embajada, que son los que deciden por Añez, no están dispuestos a rendirse. En los últimos días han hecho demostración de fuerza, desde el despliegue de militares con equipamiento y vehículos artillados hasta la demostración de actos cursis como retretas y desfiles militares. Aunque tienen bien lubricadas a ambas jerarquías de la Policía y Fuerzas Armadas, el descontento a su interior es cada vez menos ocultable, y va creciendo en la medida en que sus efectivos son contagiados por el COVID19. Se estrecha cada vez más su base social, y, por otra, sus pugnas internas son tan evidentes, que en el curso de pocos días hubo cambios de ministros, viceministros, directores, gerentes de empresas, etc.
Como no están dispuestos a rendirse, decidieron salvarse, dando un salto al vacío: endurecer las medidas represivas y apresurar la ejecución de políticas de corte neoliberal para atender los interese del bloque de poder que se constituyó en el trayecto del golpe de Estado, (políticos ultraderechistas, junto a la oligarquía financiera, empresarios vinculados a la agroindustria y la minería). Pero también, la entrega de los recursos naturales como el litio y la privatización de nuestras empresas estatales.

5. Mantener la cuarentena, aprovechando la crisis sanitaria, como instrumento represivo.

En nombre de la salud de los bolivianos, el gobierno ha puesto en marcha un proyecto político de prorroguismo indefinido en el poder y la restauración del neoliberalismo, obviamente cancelando la democracia.
La experiencia histórica nos demuestra que democracia y neoliberalismo son antípodas, en la década del 90 del siglo pasado el modelo neoliberal se impuso decretando repetidos “Estado de sitio”, suprimiendo las libertades democráticas (con miles de detenidos, confinados, perseguidos y clandestinos), lapso de tiempo que se aprovechaba para aprobar leyes, como la entrega de nuestros recursos naturales o la expiración de nuestras empresas estatales.
Hoy, nuestra economía se viene cayendo a pedazos, para buscar soluciones, el gobierno ha recurrido a una simple formula: neoliberalismo combinado con autoritarismo. La democracia, es un falso ídolo para ellos, les sirvió para propiciar un golpe de Estado, pero ahora es un obstáculo para apoderarse de las riquezas del país, de sus recursos naturales, de sus empresas estatales; también para sus negocios y transacciones financieras. Por eso, a través de la cuarentena (Estado de sitio) Bolivia ha sido convertida en una gran cárcel, como lo denuncian organismos defensores de los derechos humanos.
Un sacerdote del dinero, fiel servidor de las empresas financieras y agroindustriales, ha sido nombrado Ministro de Desarrollo Productivo, Oscar Ortiz, con poderes omnipotentes para “proponer leyes, decretos supremos y otras normas” en materia económica, aprovechando los efectos negativos del COVID 19. Ortíz, ya otorgó sus bendiciones al Decreto que autoriza el uso de transgénicos. También ha anunciado la apertura al negocio del litio para el sector privado (transnacional), que según Doria Medina debe ser para la empresa norteamericana Tesla. Con el pretexto de cuidar el empleo, se dará curso a la flexibilización de las normas laborales exigido desde hace tiempo por los empresarios privados. Vendrán los perdonazos tributarios para los deudores morosos, se afectará a los fondos de pensiones (ahorro de los trabajadores). Pero también, vienen los asesores del FMI y organismos internacionales con sus recetas tradicionales para decidir sobre el futuro de los bolivianos. Bajo el manto de la cuarentena se está desplegado el neoliberalismo.
Ahora más que nunca, se requiere la unidad de todas y todos para Salvar la Patria.

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