ELECCIONES PARA LEGITIMAR UN GOBIERNO DE DERECHA. V
El desafío de las fuerzas revolucionarias en la coyuntura actual es impedir que las elecciones que se realizarán el 3 de mayo sirvan para la estrategia de la derecha: la legitimización del golpe a través del fraude electoral. Lo acontecido refuerza una enseñanza histórica y es que en política no hay vacíos, una revolución que no avanza se convierte en contrarrevolución y es la ruta que se ha empezado a recorrer a partir del golpe de Estado.
Si la consigna de las fuerzas de derecha en la coyuntura electoral es “cerrar el ciclo del MAS” la consigna nuestra es “avanzar en la profundización de nuestro proceso”, aunque ideológicamente expresa la contradicción aparente que enfrenta a la Biblia con la Pachamama, en el terreno real es restaurar el dominio colonial del imperio (opción derechista) o rescatar y profundizar el proceso revolucionario y cultural materializado en el Estado Plurinacional.
La dinámica propia de una situación revolucionaria o contrarrevolucionaria es que los terceros en disputa se afilian a uno u otro bando y en ese sentido la pregunta que deberíamos respondernos es, qué candidatura puede posibilitar esa afiliación al bando revolucionario. Por supuesto la clave a la respuesta no está en la aritmética, al estilo de qué candidato tiene más apoyo, sino qué candidato o candidatura puede permitir disputar ese tercero. Aunque el binomio es importante, más importante es que exprese el programa anticolonial, antiimperialista y anticapitalista que responde al proyecto histórico con el que nace el proceso de cambio.
Más allá de la modificación que puede sufrir la candidatura o su consolidación, una premisa de sentido común en este dilema, es la unidad, requisito indispensable para encarar con relativo éxito la coyuntura electoral. Pero, esta unidad debe tener una expresión orgánica más coherente, que no sea sólo un instrumento electoral, sino un instrumento político que permita conquistar y defender el poder en todos los frentes donde nos exija el enemigo.
¿Cómo impedir entonces que la derecha se legitime con las elecciones? Demostrando en las urnas que el MAS es la primera fuerza política en el país. Ganando una vez más las elecciones en primera vuelta. En todo caso, lo fundamental será lograr una vez más la movilización de las masas y mantenerla, independientemente de los resultados electorales definitivos, puesto que es una posibilidad de empezar a revertir la derrota. UNIDAD, ORGANIZACIÓN Y MOVILIZACIÓN DE TODOS LOS MILITANTES Y SIMPATIZANTES DEL PROCESO.
RECUPERAR Y PROFUNDIZAR LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA Y CULTURAL CON MOVILIZACION POLÍTICA Y SOCIAL.
Para recuperar la esencia programática del proceso de cambio, es necesario dar un salto cualitativo en lo orgánico: del instrumento electoral hacia el instrumento político, como factor de unidad ideológica y política, es decir, anticolonial, antiimperialista y anticapitalista. En esa dirección, planteamos las siguientes tareas programáticas:
1. Consolidar la perspectiva del paradigma del Vivir Bien dentro de la matriz anticolonial, antiimperialista y anticapitalista.
2. Sostener como principio la construcción del Socialismo Comunitario, lejos de una concepción desarrollista, conservadora y conciliadora con el capitalismo dependiente y atrasado.
3. Mantener como eje de la acumulación económica “hacia adentro” la política de nacionalización de los sectores estratégicos avanzando hacia nuevas nacionalizaciones, como en el sector minero que está controlado por empresas transnacionales y cooperativas serviles a la minería transnacional.
4. Potenciar y generar condiciones para desarrollar ́procesos de industrialización minera y de otros sectores.
5. Potenciar la industrialización del litio y las tierras raras existente sobre nuestro territorio, utilizando la tecnología de punta más adecuada y amable con el medio ambiente.
6. Potenciar la prospección y explotación gasífera y petrolera sin poner en riesgo otros recursos estratégicos no renovables como el agua.
7. Asignar recursos y priorizar la inversión pública en el potenciamiento del sector social y comunitario de la economía y achicar las concesiones a la burguesía agraria.
8. Aplicar políticas ambientales que sean consecuentes con el discurso de protección de los derechos de la madre tierra.
9. Implementar la reforma del sistema universal de salud, integral y gratuito, la ley Avelino Siñani y las políticas de soluciones habitacionales (la lucha contra la especulación del suelo urbano, los loteadores y la especulación de los materiales de construcción).
10. Construir el Poder Popular y Comunitario como expresión de las nuevas relaciones sociales y de producción que promueve el socialismo comunitario, forma superior de la organización del pueblo.
11. En el marco de la soberanía y la no injerencia construir una política de relaciones internacionales de respeto al modelo revolucionario boliviano, priorizando las mismas en el fortalecimiento de un bloque regional de América Latina y el Caribe, así como las relaciones con países de potencial desarrollo económico como Rusia, India, China, Irán y Sudáfrica. Buscando con estas últimas alianzas estratégicas.
La Paz, enero de 2020
COLECTIVO REVOLUCIONARIO PLURINACIONAL
(Del Documento: “Golpe de Estado fascista y racista para restaurar el dominio colonial del imperialismo”, Colectivo Revolucionario Plurinacional. Parte V. Enero 2020).