El año 1996, como parte del Plan de Todos de Goni Sánchez, se desarrolló todo un régimen para privatizar la Seguridad Social; de allí nacieron las AFPS, privatización que debería extenderse a las ahora llamadas Cajas de Salud, fruto de la tenaz resistencia de los trabajadores, se logró impedir este propósito. Sin embargo, actualmente LA CAJA NACIONAL DE SALUD HA SIDO SECUESTRADA POR LOS SINDICATOS DE MEDICOS Y DE TRABAJADORES, provocando una crisis donde la institución ha dejado de funcionar a servicio de los asegurados, al punto que se pone en riesgo la salud y la vida de millones de personas.
Los dirigentes de estos sindicatos, han anunciado hoy nuevamente un paro de 72 horas, es la enésima huelga que realizan con el mismo motivo año tras año: “La destitución inmediata del gerente de la CNS”. Cada vez que justifican estos paros ilegales siempre señalan que “es para salvar a la CNS de gerentes incapaces y corruptos”. ¡Qué ironía! Este paro de 72 horas supone que miles de consultas médicas serán suspendidas sin fechas de reprogramación después de que los pacientes esperaron decenas de días para lograrlas; la situación se vuelve más dramática porque muchos miles de análisis de laboratorio, radiografías, ecografías, tomografías, etc. también serán suspendidas sin fechas para enfermos que impacientes esperaron semanas para lograr este servicio, y ello, no es lo peor, estas 72 horas se suspenderán centenares de intervenciones quirúrgicas en pacientes que incluso esperaron meses para ello y de los cuales muchos tienen riesgo de perder la vida por esta situación. Con estas huelgas la CNS cada día está peor.
Es hora de frenar estos abusos de las camarillas sindicales incrustadas en la CNS. Además, estas huelgas resultan ser vacaciones pagadas porque no existe el descuento respectivo. Por ello, se ha convertido en un deporte realizar huelgas en la CNS.
Pero, por otro lado, las organizaciones sindicales, que deben proteger a los trabajadores, como la COB y sus organizaciones afiliadas guardan un silencio cómplice, cuando son ellos los llamados a frenar este descalabro de la CNS que pone en riesgo la salud y la vida de los trabajadores y sus familiares, de miles y miles de jubilados, de igual cantidad de servidores públicos que no tienen organización para reclamar.
A este paso, a los asegurados nos queda dos caminos para no seguir andando por la línea frágil de la muerte:
La intervención de la CNS por los trabajadores a través de sus instancias orgánicas para realizar una verdadera y real reestructuración para acabar con la dictadura de las camarillas sindicales de médicos y trabajadores administrativos.
La segunda opción es acabar con la tarea que empezaron estas camarillas de médicos y trabajadores huelguistas: enterrar la CNS, como hicieron con AASANA y formar un nuevo ente de salud para que realmente sirva a los millones de afiliados, que ahora sólo cotizan para beneficios de un personal insensible e inhumano.
TODOS ESTAMOS CONVOCADOS A DEFENDER NUESTRO DERECHO A LA SALUD Y A LA VIDA.
¡BASTA DE HUELGAS INJUSTIFICADAS E ILEGALES!