LA MOVILIZACION DE MARZO DE 1985

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DIEZ MIL MINEROS EN DIEZ MIL ESQUINAS

ULTIMO INTENTO DE LOS

TRABAJADORES MINEROS DE SALVAR

 LA NACIONALIZACION DE LAS MINAS

 

ANTECEDENTES:

El golpe de estado del 17 de julio de 1980, si bien fue uno de los más duros, con el uso de las fuerzas represivas que usaron el asesinato, la tortura colectiva, la prisión, el confinamiento y el exilio, además del control de la prensa y la amenaza permanente con la ocupación militar de los campamentos mineros; con todas esas características, ese golpe también provocó la resistencia heroica del pueblo boliviano. Las minas, el campo y las ciudades fueron el escenario general del repudio a la intromisión norteamericana para imponernos esa cruel dictadura, sólo para garantizar el saqueo de nuestros recursos naturales no renovables por las empresas transnacionales y contar con un gobierno obediente a sus mandatos en la política internacional.

Aunque amenazaron a los dirigentes y activistas patriotas con “andar con el testamento bajo el brazo”, muchos volvimos clandestinamente del exilio y nos sumamos a los dirigentes que conducían la COB, la FSTMB, la CSUTCB y junto a intelectuales, curas, monjas y pastores evangélicos, que vivían con y por el pueblo, diferentes a los jerarcas de hoy, que santifican y bendicen a militares, policías y las armas que masacran al pueblo.

Ese nefasto periodo duró dos años, hasta 1982, porque fueron los mineros de Huanuni, con una larga huelga de 37 días que llevaron a los militares a la mesa de negociaciones, para lograr la amnistía general, el retorno del exilio, el retorno al trabajo y el retorno de los militares a sus cuarteles con la entrega del gobierno al Congreso 80 y a la Unidad Democrática y Popular, UDP, para que se instalen en el parlamento y el palacio quemado en octubre de ese mismo 1982.

 EL CONGRESO MINERO DE AGOSTO DE 1982:

Este evento es importante porque en el seno de los trabajadores mineros estaban destacados dirigentes del PCB y el MIR, dos principales partidos que apoyaban al MNRI de Siles Suazo, todos componentes de la UDP. En el seno del Congreso Minero, presentan sus propuestas: El PCB: nuevas elecciones generales, para cambiar la composición del congreso 80, que tenía una mayoría derechista de ADN – MNR y; el MIR, asumir de una vez y hacer a Siles Suazo presidente, no importa con el congreso 80.

En los pasillos del Congreso los miristas hablaban que el PCB, quería nuevas elecciones, porque habría la posibilidad de reemplazar a Paz Zamora del MIR, vicepresidente elegido, con Simón Reyes del PCB. Mientras el PCB insistía en la necesidad de aprovechar la nueva correlación de fuerzas creada con la victoria popular de lograr la democracia y el retorno a sus cuarteles de los militares, de esa manera habría un nuevo congreso con más fuerzas de izquierda para garantizar medidas de cambio.

El Congreso resolvió que cualquiera sea la salida, la clase obrera seguirá luchando por sus objetivos estratégicos, la toma del poder y la construcción del socialismo. O sea que el Congreso no asumió ninguna posición en torno a la contradicción interna de la UDP. Al terminar el Congreso Minero ya teníamos una nueva Huelga General e Indefinida, decretada por el Sindicato de Huanuni, por el salario mínimo vital, con escala móvil. El CEN de la FSTMB, convocó a un Ampliado Nacional, realizado en Huanuni. Para levantar la huelga de Huanuni, donde habían posiciones radicales, para sostener esa medida.

EL GOBIERNO DE LA UDP.- (10/10/82 – 06/08/85)

La UDP, destinó una comisión con representantes de sus tres principales partidos para ofrecer esa reivindicación cuando sea gobierno.

Pero más aún, en una gran concentración realizada en San Francisco, se hizo presente Filemón Escobar, indisciplinado como siempre, haciendo uso de la palabra, en contradicción con las resoluciones del Congreso Minero, manifestó “que a la UDP, hay que llevarla, aunque sea a patadas al gobierno” y el 10 de octubre se hizo cargo del gobierno la UDP, con un contrapeso negativo del parlamento derechista, elegido el año 80.

Se conformó el gobierno, al PCB le asignaron dos ministerios de Minería y Trabajo, los principales, de Economía y Planificación, al MIR y MNRI, partidos alineados a los mandatos del Fondo Monetario Internacional, cuyas recomendaciones mantenían la inflación galopante y el debilitamiento extremo de las empresas estatales. La minería mediana y toda la empresa privada, generando el 20% de las divisas, se adueñaban del 80% de las mismas, mientras COMIBOL y YPFB, generadoras del 80% de las divisas, recibían el 20 %. La exportación de minerales era libre y la minería mediana utilizaba el camino del contrabando para esquivar sus obligaciones impositivas.

LAS PROPUESTAS DE LOS TRABAJADORES MINEROS Y LA COB:

La situación económica y social del pueblo llegó a niveles insostenibles. El desabastecimiento de alimentos en el campo y las ciudades se reflejaba en los campamentos mineros con las pulperías vacías, de la misma manera, la exportación de minerales y la importación de insumos, repuestos, accesorios y maquinaria, en manos de la empresa privada, impulsaba la inflación y asfixiaba la producción de la economía estatal. Desde luego que los sindicatos y la COB, en ese escenario sólo tenían que encabezar las protestas del pueblo. Pero, la Federación de Mineros no podía quedarse indiferente y asumiendo su responsabilidad histórica, con la consigna nacida en las bases y con la toma física de la administración de las empresas por los sindicatos, tomó la oficina central de COMIBOL en La Paz, en presencia de los dirigentes de la COB y las federaciones y confederaciones de todos los sectores laborales. Este acto ocurrió después de un largo espacio de tiempo de haber planteado y discutido con el gobierno, la Cogestión Obrera Mayoritaria.

Esto significaba que, desde las secciones de cada empresa, junto al Jefe de Sección, tenía que estar el Delegado de Sección, Junto al Gerente y planta técnica – administrativa, el representante del Sindicato con los delegados de sección y el Directorio General de Comibol debería estar formado por tres representantes  de la Federación de Mineros y tres representantes del gobierno; el Presidente del Directorio, sería el Ministro de Minería, el Vicepresidente, un representante de la Federación de Mineros, para planificar, supervisar la ejecución y evaluar el desarrollo de todas las actividades productivas. El presidente sólo podía votar en caso de empate.

Si en un principio la toma de Comibol fue de facto, después de arduas discusiones, el gobierno aprobó un Decreto Supremo, normando la Cogestión Obrera Mayoritaria, en todos lo niveles de la Corporación Minera de Bolivia.

Pero, esta medida debía ser complementada con el control de divisas, el control del comercio exterior, el monopolio de la comercialización de minerales en manos del Estado. Sin esa complementación se estaba desangrando la Comibol y los puntos planteados en un programa, con posibilidades, inclusive de co – gobierno, quedaron en el papel. La derecha se fortaleció desde el Congreso, el descontento popular se agrandó con la hiperinflación y el desabastecimiento de alimentos en los mercados.

En ese escenario la Federación de Mineros convoca a una marcha y concentración en la ciudad de La Paz y la decisión de las bases fue permanecer en la sede de gobierno para discutir con el Presidente de la República y su gabinete el programa planteado por la Central Obrera Boliviana, que fue la planteada por la Federación de Mineros.

“Diez mil mineros en diez mil esquinas“, acción que no hubiera sido posible sin el apoyo general del pueblo paceño, las delegaciones fueron alojadas en los edificios escolares de los barrios y la alimentación fue el sacrificio de las amas de casa de los mismos barrios. Los trabajadores movilizados, todas las mañanas se desplazaban de las Villas y Barrios hacia el centro de la ciudad en marchas diciplinadas, para concentrarse en el Teatro al Aire Libre, donde se realizaban las Asambleas Generales. El llamado de lista era por sindicato y allí informaba el Comité Ejecutivo de la Federación lo planteado al gobierno  y las respuestas recibidas; se analizaba la situación de los movilizados y se tomaban las medidas de presión para ser escuchados.

Llegó el día de la desmovilización, del retorno a las bases, comprobamos que nos chocamos con una derecha, no solo en el congreso 80, sino también incrustada en el gobierno de la UDP, que no se apartaban ni un milímetro de los mandatos del FMI: destruir la economía estatal, para su posterior privatización e imposición de la política de libre mercado.

El gobierno de la UDP, fue la antesala necesaria para la implementación del neoliberalismo. Se adelantaron las elecciones un año, ganó el MNR de Paz Estensoro, que en su gabinete tuvo a prominentes personajes del gobierno de la UDP y; a los 23 días de gobierno decreto el famoso 21060, que provocó la huelga general e indefinida, con bloqueo de caminos y para imponer ese decreto, en el nuevo congreso, MNR, ADN y MIR, aprobaron el estado de sitio e intervinieron los lugares de la Huelga de Hambre, se apresó a 3.500 dirigentes y trabajadores y se confinó al oriente boliviano a cientos de huelguistas. Esa derecha ha mutado y cambiado de siglas en el tiempo, pero siguen siendo los agentes del imperialismo.

¿QUE HACER HOY?

Las experiencias que deben sacar los jóvenes trabajadores de hoy y sus dirigentes, es entender:

  • El enemigo es el imperialismo con el objetivo de saquear nuestros recursos naturales no renovables.
  • La derecha boliviano es sirviente del imperialismo y su objetivo es servir de rodillas a su amo yanqui.
  • La construcción de una Bolivia Libre, Soberana e Independiente, está apoyada en el aprovechamiento de los hidrocarburos y minerales en manos del Estado Plurinacional, desde su explotación hasta su industrialización.
  • Desarrollar políticas, independientes de los intereses del imperialismo que son elaboradas por el FMI.
  • La lucha por la soberanía y seguridad alimentaria está en manos de los compañeros indígenas y campesinos.
  • El estudio de la situación de la economía y la adopción de propuestas que benefician a todo el pueblo es tarea de los dirigentes sindicales de hoy.

 

Cochabamba, 30 de marzo de 2021

José Guillermo Dalence Salinas

Ex FSTMB

 

 

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