La muerte de Macondo: Nicolás y la represión en las manifestaciones de Medellín

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Esta nota denuncia la brutal represión que se dio en una manifestación pacífica el día de ayer en Medellín (Colombia). De paso se denuncia el avance del fascismo y la tiranía en Nuestra América.

«La caza del amor es altanería»

La angustia existencial, el hambre y el desespero de la persona en el fondo son capaces de mirar, en el brillo de la esfera de cristal de su interior, la verdad: el aislamiento social provocado por la cuarentena, a causa del COVID-19, es un arma de guerra en contra de nosotros. El virus existe y mata, como mata la malaria, el cáncer, la delincuencia y la pobreza. El aislamiento no ha venido a salvarnos, garantizarnos una mejor calidad de vida: hacernos sobrevivir a un mundo que se derrumba ante la peste. El aislamiento es un mecanismo de control. Es un fantasma que recorre Guatemala, pasa por Honduras, El Salvador, Costa Rica, pasa por Bolivia, por Colombia… 

Por eso, en muchos países de Nuestra América la gente ha salido a protestar. Sus derechos y su libertad valen más que el peligro de contagiarse de miedo o de esclavitud. Muchos, desde que se levantan a las 5:30 am, tienen un destino marcado. Se colocan sus mejores ropas. No para recibir un obispo ni vienen de la fiesta de un casamiento. Se despiden de su madre con la palma de la mano y no saben cuál será su destino…

Hoy les vamos a contar una historia de un joven llamado Nicolás Brito Zapata, colombiano, estudiante, manifestante, comunicador ciudadano, miembro de la agrupación Juventud Antioquia:

Ayer, lunes 15 de junio de 2020, distintas organizaciones sociales convocaron a una movilización en Medellín (Colombia) para luchar por reivindicaciones sociales y manifestarse en contra de los atropellos de los derechos humanos, llevados a cabo por el gobierno de Iván Duque y el alcalde, Daniel Quintero. A este acto de protesta, algo después de las 6:00 am, se unió Juventud Antioquia y desde el momento mismo en que comenzaron a desfilar, Nicolás se dedicó a filmar y transmitir en las redes sociales el acto político de muchas personas que buscaban reivindicar su libertad y sus derechos.

El 15 de junio es un día festivo en Colombia y actualmente se vive un contexto de cuarentena que le sirvió de excusa perfecta al alcalde para prohibir cualquier tipo de manifestación en su contra. Cualquier tipo de olor a fascismo o a tiranía, no proviene solo de Medellín. Pueden encontrarlo en Bogotá, La Paz, San José, San Salvador, Tegucigalpa, Ciudad de Guatemala… 

La gente libre no soportó la situación de sadismo político y salió a protestar… Se escuchaban cánticos pacíficos como “con este mal gobierno, alzan los impuestos, y los alimentos” o “que lo vengan a ver, que lo vengan a ver, este no es un gobierno, son los baracos en el poder”.

En ocasiones anteriores, el alcalde de Medellín había usado la fuerza policial para reprimir manifestaciones y había propiciado atroces violaciones de derechos humanos. Se esperaba que en esta ocasión fuera distinto… o quizá no… tan solo era la crónica de una muerte anunciada pero que se recibe de frente: como acto de reivindicación. Una especie de libertad que no claudica ante la tiranía y el fascismo… Nadie podría entender como tales tantas coincidencias…

Contra la mala gestión, los nombramientos irregulares y el incumplimiento de las promesas de campaña, Nicolás y Juventud Antioquia promovían a lo largo de la manifestación, un plantón en contra del alcalde de turno, para mañana miércoles 17 de junio… La marcha se dirigía por el centro de la ciudad… tenía como último destino la Universidad de Antioquia… Algunas organizaciones repartían jabón… otras alcohol en gel… otras mascarillas… La organización popular dejaba brillar una solidaridad contra-hegemónica que no se nos ha permitido como humanidad, debido a la avaricia de un sistema corrupto que se manifiesta en todas nuestras ciudades y que lentamente nos insinúa la muerte… una vez que abramos la puerta que nunca abrimos… para salir  de casa e ir protestar…

Nicolás quería darle la pelea mediática a los medios de comunicación masiva, controlados por las élites y las personas en el poder y en el gobierno… Filmaba con detenimiento y atención cada uno de sus movimientos… Registraba su acto político para que fuera comprendido por las personas en las redes sociales… para no dejar de ser humano ni que personas maliformadas le criminalizaran y desearan quitarle con sus palabras, incluso la vida… Nicolás quería hacer una comunicación contra-hegemónica… en eso pensaba desde que se despertó aquel día, desde que se levantó de su cama y salió de su casa para ir al encuentro de sus amigos y amigas de Juventud Antioquia e irse a la manifestación.

Decía Aquino en el vídeo: “si los jóvenes no se toman la realidad política del país, ¿quién lo va a hacer?…  ¿Qué ciudad es la que debemos construir?… Le toca a los jóvenes vencer…”

Otro compañero, cansado de la represión del sistema económico y político, también se acercaba hacia su terrible destino, protestando por la muerte: por el suicidio de una vendedora ambulante, en su ciudad natal, Medellín, por no poder darle de comer a sus hijos: “Más muertos causa el estado que el COVID-19”.

Era una marcha pacífica… Nicolás se dirigía entre la gente con un posicionamiento claramente político… ejerciendo el derecho a la resistencia legítima de los pueblos… Más de 1400 personas estaban conectadas y Nicolás transmitía en directo… Todas esperaban ese final de la marcha que ninguna se atrevía a decir, pero era sabido desde el comienzo… Solo era esperar cuando. En este momento no había sido… en este tampoco… en este tampoco…  Nadie se preguntó siquiera si Nicolás estaba prevenido…

Comenzaron a llegar los carabineros… Una especie de policía montada que se arrojó sin ningún rastrojo de moral sobre la parte trasera de la manifestación… Un centauro sin sesos le tiró su parte caballo a una mujer manifestante y esta no era precisamente las patas de la bestia… La golpearon duro… A otros manifestantes también…. Nicolás seguía grabando… Algunas personas, que no se atrevían a salir de sus casas desde hace varios meses, desearon salir corriendo… gritarle desde su teléfono: Nicolás, ¡Tenga cuidado!… Pero sabían que era inútil… llegarían tarde… Serían impotentes ante la fuerza fálica de la policía…

Los carabineros arremetieron como una estampida de piratas modernos, sobre una manifestación pacífica… “Alcalde Daniel Quientero, ¿por qué?”, se preguntaba Nicolás… era una marcha pacífica… Él sigue de pie, en medio de todos los hechos… con su cámara… La gente lo mira y no sabe en qué momento pasará algo a través de la pantalla… La gente se defiende de los carabineros y estos aumentan la violencia… Nicolás filma y filma y filma y… se asustó de su posición vulnerable, al quedarse rezagado del grueso de la manifestación… en medio de los piratas centauros… Comenzó a decir su nombre completo y número de identificación… pero seguía filmando… Sabía que podía ser detenido, golpeado, torturado, desaparecido… pero seguía filmando.

Al otro lado de un teléfono celular, una señora conservadora que dejaba a su angustia superar a sus sesgos :“Hombres de mala ley, decía en voz muy baja, animales de mierda que no son capaces de hacer nada que no sean desgracias”… Los carabineros y los motorizados de la policía siguieron agrediendo a los manifestantes… Nicolás supo que le tocaba correr… Se escucha un disparo… La gente corre hacia un punto cerrado y la policía la rodea… Nicolás corre y se queda sin aire, pero quiere llegar para seguir registrando los hechos… Sabe que los medios de comunicación ya los dan, si bien no por muertos, por vándalos; dirán que Nicolás y los demás son los culpables y el alcalde sonreirá en twitter… 

Entre el tumulto de un matadero que no es de Esteban Echeverría, pero es quizá más carnavalesco y mucho más despiadado, Nicolás se pierde de sus amigos… No sabe dónde están… Tiran gases lacrimógenos a un lugar donde hay vendedores ambulantes… los espectadores se asustan… Por fin será el fin, se dicen para sí algunos angustiados, al mirar en sus teléfonos una transmisión en vivo…

Detienen a varios manifestantes… los inmovilizan y ya impotentes los siguen golpeando… los siguen golpeando… los siguen golpeando… Alguien recuerda el trágico final de George Floyd y los siguen golpeando… Nicolás se acerca a su propio destino, consciente de la muerte de un Macondo en el ideario… entre sus venas… 

Quiere preguntarles el nombre a los dos manifestantes detenidos…Es peligroso y lo sabe… se acerca… se acerca más… sigilosamente… Le dieron un bolillazo en el brazo y tuvo que salir corriendo… pero no lo atraparon…

Otros periodistas le recomiendan no acercarse tanto a los hechos, ya que hasta a ellos, que pertenecen a medios oficiales, casi los detienen… se llevan a 5 o 6 compañeros detenidos… Los policías cogieron a Aquino… es periodista acreditado… abogado… golpeado brutalmente… con el rostro ensangrentado…

La manifestación está disuelta y la policía sigue deteniendo a personas en las calles… Nicolás trata de filmar los abusos de autoridad y sus espectadores le miran con marcado nerviosismo… Le tiraron una moto a un señor y Nicolás trata de registrarlo… Se da cuenta de que el bolillazo recibido le había quebrado el sueño y su teléfono… Comienza su desgracia a ser más grande, por lo menos en cierto sentido… Repite su nombre y su número de identificación… se encuentra muy asustado… Camina por las calles registrándolo todo… Era una manifestación pacífica… se habían hecho carteles, banderas, planeado cánticos…

Agarraron a otro compañero, cerca de Nicolás… En ocasiones, cuando capturan a la gente, en la Ciudad del Río les roban los celulares y accesorios.. la golpean… le hacen tortura psicológica… Incluso a las mujeres las hacen desnudarse y hacer sentadillas, delante de policías hombres… 

Un policía lo persigue… Lo golpea… Nicolás corre… Lo persiguen más policías en sus motos de asalto… les dice que él no ha hecho nada… Nos repite su nombre: Nicolás Brito Zapata… su número de identificación… siente terror… le provocan terror… corre… se ve el cemento en el video donde Nicolás corre… Le gritan… PARE… le dicen… HIJUEPUTA… GRAN HIJUEPUTA… agáchese… comienzan a golpearlo en el piso… él dice que no puede respirar… que se ahoga… se ve el asfalto, se ve el cemento, la cara de Nicolás, la rueda de la moto… Transmisión interrumpida. 

Este artículo llega a ustedes gracias a una alianza estratégica entre el medio de comunicación boliviano Insurgentes y Más allá de la Cortina de Costa Rica. Estas alianzas estratégicas son necesarias para romper con los sesgos de la comunicación masiva. Pueden consultar: http://masalladelacortina.medios.com.ar/

masalladelacortina

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