La huelga de médicos y trabajadores de CASEGURAL lograron su capricho, destituir al Gerente de la CNS, cuyo nombre ni siquiera pude memorizar.

Después de esto, se nombrará otro gerente, seguro que nuevamente propuesto por los dirigentes de la COB. Y, si este nuevo gerente no va a cumplir con los caprichos y exigencias de las camarillas de médicos y administrativos… seguro que tendremos otra huelga salvadora de la caja en los próximos meses.

¿Cuánto ha costado esto a los asegurados? A los miles de trabajadores que resignados concurren a la CNS, y quienes son objetos para hacer las huelgas, porque en condición de seres humanos no nos toman en cuenta.

• Miles de consultas postergadas en 6 días de huelga, acumulando los días de espera para una atención médica, incluso para enfermos muy delicados.
• Explosión de las salas de emergencia, causando saturación de enfermos, que al final reciben una pésima atención de los fatigados estudiantes que hacen su internado y del escaso personal médico.
• Suspensión de otros miles análisis de laboratorios, que incrementa la agónica espera de tener un simple diagnóstico inicial de su enfermedad.
• Suspensión de otros miles “tomas” de rayos x, ecografías y seguro la suspensión definitiva de tomografías, resonancia magnética para alegría de los laboratorios privados.
• Suspensión de centenares intervenciones quirúrgicas, que por la desesperación de los familiares acaban siendo atendidas en clínicas privadas, de los cuales los dirigentes de los colegios médicos son socios.

En síntesis, las huelgas de los médicos y de los trabajadores de CASEGURAL incrementan los males estructurales de la CNS, siendo las consecuencias negativas infinitamente mucho mayores que la que ocasionan esos gerentes que apenas duran unos meses en el cargo.

Es decir, somos los asegurados que resultamos perjudicados al extremo que nuestra salud y nuestra vida están en manos de unas camarillas de médicos y dirigentes insaciables e insensibles.

Ellos ¡bien gracias! Porque estamos seguros que no habrá descuento por los 6 días que no trabajaron. Ellos estarán felices, mientras miles de asegurados hemos empeorado nuestra salud y no sabemos cuántos habrán perdido la vida por este acto heroico dizque de estos profesionales de la salud, que para nosotros simplemente se han convertido en verdugos.

Un pedido concreto a la Central Obrera Boliviana, ya que no hacen mucho para defendernos: “ayudemos a los médicos y trabajadores de CASEGURAL a enterrarlo de una buena vez a la Caja de Salud”. Fundemos una nueva institución de salud que brinde servicio a los asegurados y no sea una fuente de corrupción, nepotismo y negligencia. No es el furor de nuestra molestia, es la propuesta que ya lo hicieron los maestros urbanos y rurales, también los jubilados y miles de asegurados del sector público.