Pensamiento revolucionario de Édgar Huracán Ramírez: “Aunque el mundo se alzó y detuvo al bastardo, la perra que lo parió está otra vez en celo”.
¿Quién fue Huracán Ramírez, el hombre que creía que el mundo podía cambiar con el pinchazo de un alfiler o el soplido huracanado del movimiento obrero?
Aquí su prontuario de vida y, sobre todo, político:
-Édgar Fidel Ramírez Santiesteban, nacido en Potosí el 28 de octubre de 1946
-Escolar por ocho años de primaria, lejos del bachillerato
-Militante jovenzuelo de la Juventud Comunista de Bolivia (14 años de edad)
-Sastre del taller “Hércules” de Potosí
-Minero peón, “carrero (el que empuja los carros de transporte de mineral)” y perforista, el máximo sacrificio en interior mina, desde sus 20 años de edad.
-Comienza a descollar como dirigente minero de base, sindicato, Federación de Mineros y Central Obrera Boliviana, desde sus 25 años.
-Perseguido, detenido, torturado y exiliado desde las dictaduras de R. Barrientos (guerrillas del Che), H. Bánzer (1971 en adelante, hasta el Plan Cóndor) y L. García Meza (1980).
-Degradado por el neoliberalismo de G. Sánchez de Lozada y Jaime Paz Zamora de minero y dirigente a barrendor, portero y cargador de COMIBOL en Tupiza, El Mutún y El Alto, aquí en el depósito de “basura” valiosa que le permitió construir el Sistema de Archivo Minero de COMIBOL, el más grande de América Latina.
-Conspirador nato contra las dictaduras y el neoliberalismo, y constructor del socialismo en Bolivia.
-Levantador de pesas por encima de su peso corporal
-Guitarrista de concierto y metódico lector
-Estratega del movimiento obrero boliviano y político socialista
-Fundador de la primera Comisión de la Verdad que investigó los crímenes de lesa humanidad de las dictaduras militares (1964 – 1981)
-Nada pudo con él, hasta que el 31 de enero de 2021 cesó su vida entregada a las causas de la liberación nacional, a sus todavía florecientes 75 años de edad.
Gonzalo Trigoso Agudo acaba de presentar el libro de su autoría “El pensamiento revolucionario de Don Édgar “Hurácan” Ramírez, editado por la Biblioteca Bibliográfica de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia.
Trigoso fue un gran amigo y compañero de Huracán, en el mismo nivel como lo fue el legendario Juan Lechín Oquendo, Efraín Quicañez el que rescato a los últimos sobrevivientes de las guerrillas del Che, del gran dirigente Víctor López Arias, del abogado laboralista Isaac Sandóval R., de Fidel Castro, de Hugo Chávez, del minero socialista José Montecinos, del padre Julio Tumiri, de Elsa Crispin, de Nila Heredia, del cardenal Toribio Ticona, Héctor Hinojosa, Verónica Navia, Luis Oporto, José Pimentel, Guillermo Dalence, Hugo Miranda, Carola Campos y de tantos otros…
Conmueve lo escrito por G. Trigoso. Rescato las siguientes partes vinculadas a la historia política y sindical de Bolivia:
Armas para las guerrillas:
”Don Huracán se reía cuando escuchaba que el partido no había participado de la guerrilla. Mientras la soleada tarde en el comedor de su departamento invitaba a servirse té con pan, mantequilla y mermelada, estirando la cabeza hacia la cocina para poder mirar a Doña Elvira, y le decía en voz alta, “Elvira dicen que el partido no ha participado en la guerrilla, entonces a qué has ido a Desaguadero, quien pues te ha mandado a traer esas cajas de madera”, termina de dar vueltas a la cucharilla en la taza y continua ¿acaso no hemos ensamblado esas armas en la casa de los otros camaradas?”, te mira y finaliza “no saben nada de lo que en realidad ha sucedido, el partido a participado pues hijo, otra cosas es que después la línea cambio y nos salimos y esa es la posición que había que defender hacía afuera”; claro, centralismo democrático (Pág. 29, 30)”.
Huracán torturado:
“De las torturas sufridas durante la dictadura de Banzer, relato con su humor característico en una oportunidad hacia el año 2006 que tuvo que ir a la dentista para que le revisen los dientes de adelante que se habían aflojado, mientras lo atendía la dentista comentó que le parecía injusto que el gobierno no atendiera a el reclamo de las víctimas de torturas y malos tratos durante la época de las dictaduras negándoles un resarcimiento económico como compensación y luego le pidió su opinión, don Édgar simplemente se quitó los botines y las medias y le mostró los dedos de sus pies sin uñas o con algunas ennegrecidas o atrofiadas, porque a él le arrancaron las uñas y le machacaron los dedos de los pies, la dentista se quedó con la boca abierta y don Édgar le dijo que él habiendo sido tan cruelmente torturado no quería y no pedía ninguna indemnización, porque su lucha era revolucionaria y consciente, y que en ningún momento peleo para obtener después algún resarcimiento económico y que seguiría luchando sin pedir nada cambio porque su lucha era de convencimiento ideológico total y que estaba como siempre lo estuvo a entregar la vida sin pedir nada a cambio por la revolución obrera y campesina contra la burguesía y el imperialismo, y que no compartía con alguno de sus ex compañeros que se habían organizado para exigir al estado que les indemnice por luchar contra la dictadura, aunque siempre sostenía que lo respetaba (Pág. 43)”.
Mural histórico:
“Cuando se produjo el golpe militar de García Meza y Arce Gómez en julio del 80, los militares decidieron demoler el edificio de la Federación de Mineros como símbolo de que nunca más volverían a levantarse.
“Empezada la demolición, el hijo (de) Sergio Almaraz, funcionarios de las Naciones Unidas y Édgar Ramírez por la Federación de Mineros a pesar de estar perseguido y clandestino realizaron las gestiones necesarias para salvar los murales, que con apoyo posterior del Alcalde Raúl Salmón fueron enmaderados y cargados en enormes camiones; de esa manera fueron preservados. El resto del edificio fue reducido a escombros (Pág. 62)”.
PCB reformista:
“Pero en 1982 yo soy expulsado del PC, no oficialmente. Hubieron (sic) problemas que me diferenciaron del PCB, ya durante el periodo clandestino, principalmente responder a la pregunta ¿Dónde había que estar? Donde estaban las masas. Cuando me pidieron volver al partido, les dije: He meditado mucho, estoy renunciando a 22 años de mi vida, pero lamento decirles que he llegado al convencimiento de que me he equivocado, que he militado en un partido reformista, en un partido en el que cuando hay que decidir lo fundamental, el problema del poder, asumimos posiciones de que hay que mantener el poder del enemigo, no tocarlo, sino adaptarnos a él e incorporarnos. Eso es reformismo químicamente puro. Les dije: pienso que he entrado a vivir en una casa que no es la mía, el dueño pienso que son tales y tales personas, esos que están a la cabeza, entonces, cómo quieres tú le dije a Ramiro Barrenechea votar al dueño de su casa (Pág. 83)”.
“La insubordinación en cuanto a asumir un curul parlamentario y su rechazo a las medidas económicas de la UDP, le costaron la expulsión, aunque como él dice, su salida había sido decidida por él mismo.
De la resistencia pasiva a la activa:
“La simple oposición al neoliberalismo no basta. Hay que pasar de la oposición a la resistencia activa y de ésta a la resistencia subversiva. Esto implica romper los marcos de la democracia controlada, que, en sus efectos hacia el movimiento sindical, se refleja en el juego de dialogar concertar, concertar y otra vez dialogar, cuando el gobierno no cumple las “concertaciones” traducidas en convenios (Pág. 151)”.
“Los detenidos, torturados y perseguidos sólo tuvieron una persona a la cual buscar para tratar de superar su triste situación, quien más que Huracán que asumió todos los riesgos con tal de salvar sus vidas. De ese tiempo venia la profunda amistad y respeto intelectual con Álvaro García Linera o con Felipe Quispe “Mallku”, entre tantos otros (Pág.175)”.
A Filipo, no:
“Admiraba la capacidad y entrega de otros dirigentes, aunque fueran sus opositores políticos y no se hacía problemas en ensalzarlos y hablar bien de ellos ante otras personas.
“Así también cuando consideraba enemigo a alguna persona, no cambiaba de parecer y para él era preferible padecer cualquier mal antes de olvidar o personar, entre ellos a quien nunca jamás perdono sus devaneos y traiciones fue a Filemón Escobar a quien conocía muy bien, lo mismo puede decirse de Lucio Gonzales a quien consideraba traidor y delator. Etc. (Pag.181)”.
Un día pregunté:
-Tienes montón de enemigos
-No. No tengo enemigos porque los he perdonado, pero ellos no a mí.
-¿La lucha armada sigue vigente?
-El movimiento unido puede cambiar y matar al imperialismo con un pinchazo de alfiler
-¿Por qué te dicen Huracán?
-Es que debo soplar como un Huracán… (su sonrisa se convierte en risas)
El peligro político sobre el socialismo y la unidad popular en América Latina no ha pasado. Solía reflexionar la cita de Bertolt Brecht para no dar tregua, ni en el triunfo ni la derrota: “Aunque el mundo se alzó y detuvo al bastardo, la perra que lo parió está otra vez en celo”.
Nicolás Fernández Motiño – periodista, abogado