En los pasados días Marco Antonio Pumari fue detenido por la policía nacional, y aunque la ultraderecha golpista se empezó a rasgar las vestiduras frente a las cámaras de los medios de comunicación que tienen comprados, lo cierto es que esta acción de cumplimiento de la ley se ejecutó con pleno respeto a las reglas del debido proceso, reconocido en la Constitución Política del Estado y el Código Procesal Penal. El cívico golpista fue acusado de haber cometido delitos electorales tipificados en la Ley 026 de 30 de junio de 2010.

Sin embargo, lo que queremos precisar en esta ocasión, es lo que Pumari representa dentro de la política boliviana en general y para la derecha en particular, la oligarquía a su estilo patronal, lo ha convertido en su pongo político, le ha demostrado varias veces que por más que hubiera comandado personalmente la quema de instituciones, haya violado los derechos humanos de las personas, haya pedido el cierre del congreso y exigido armas al ejército para masacrar a campesinos y trabajadores; no le pueden reconocer un lugar en el banquete de la derecha blancoide y golpista, Pumari fue utilizado y luego desechado.

Generalmente los pongos políticos están fuera de la clase social dominante, pero aspiran y tienen el sueño de llegar a ser uno de ellos, la embriaguez por el poder político, la ambición corrupta por la fortuna y una necesidad incontrolable por el reconocimiento social, son los impulsos que determinaron las acciones delincuenciales de varios como Pumari, y que hoy tienen que rendir cuentas a la justicia. Cuando el Golpista mayor, Camacho, publicó la grabación que contenía la vergonzosa negociación de su candidatura por 250 mil dólares y 2 aduanas en el Gobierno, le recordó el triste y único papel que podía jugar para las oligarquías de este país, el de pongo político.

Tal vez la justicia compruebe su responsabilidad o tal vez no, pero lo seguro, es que Pumari no podrá limpiar jamás, el verdadero rostro que tiene la Derecha Golpista. En Pumari se reconoce los intereses oscuros que estaban detrás del golpe, al igual que con Murillo y los gases lacrimógenos, al igual que el Gerente que entró a desfalcar ENTEL durante el Golpe, ni que decir del financiamiento corrupto de los paros con dineros de ítems fantasmas en la Alcaldía cruceña, y muchos otros casos también comprobados.

En Pumari vemos el chantaje, el oportunismo, el desclasamiento, la ambición, la prebenda, la corrupción, el racismo, la delincuencia y el arribismo; por ello ahora la derecha pretende movilizarse, harán todo lo posible para defender la impunidad porque tienen terror de que la justicia compruebe una vez más, ahora con el caso Pumari, el grado de descomposición moral de la derecha golpista, ya se inició el proceso, ahora escucharemos lo que el Pongo Político tiene que decir, esperemos que no pida 50 pesos o algunos ítems fantasmas a cambio de no vender a sus aliados Golpistas.

Bayardo Martínez miembro del FRECAM