Tuto Quiroga lo dice:

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EL PLAN GOLPISTA CONTINUA EN MARCHA

El desborde del COVID19 es un mal inducido por consejo de la Embajada norteamericana, cuyo agente visible de la CIA y el que transmitió mandato es Erick Foronda. Esta criminal decisión es ejecutada fielmente, tal como les ordenaron, por el gobierno de Jeanine Añez. Los operadores más visibles son Arturo Murillo, Iván Arias, Fernando López y el resto de la banda de golpistas. Pero, desde afuera del gobierno, el principal operador sigue siendo Tuto Quiroga, que fiel a su ciudadanía estadounidense cumple a cabalidad con la estrategia imperialista de consolidar un gobierno títere en Bolivia;  que está sufriendo las consecuencias de ese plan concebido por mentes criminales.

El desborde de la pandemia busca ampliar por tiempo indefinido la postergación de las elecciones, estrategia que quieren posicionar a través de una guerra psicológica que busca sembrar miedo e incertidumbre en la población con la ayuda de los medio de comunicación, para que al final se “admita”  el prorroguismo de la Añez, encargada de realizar el trabajo sucio.

¿Para qué ganar tiempo? Para cumplir las tareas encomendadas por la Embajada de EE.UU.

El señor Tuto Quiroga, uno de los ejecutores del modelo  neoliberal que dejó en un desastre indescriptible a Bolivia, en una entrevista en Radio Fides, explicó los alcances de un plan para restaurar la vigencia plena de las leyes del mercado en nuestra economía (neoliberalismo), obviamente recurriendo a mentiras y utilizando las necesidades reales del pueblo boliviano, como por ejemplo, el tema de la salud y el empleo. Pero, nos señala que este propósito no puede esperar al próximo gobierno que surja de las elecciones, tiene que ser ahora para evitar que “el corona virus nos gane”.

Su planteamiento es convocar a un “diálogo nacional”, donde participen los representantes de los órganos del Estado, convocados por el Tribunal Supremo Electoral, para que con “ayuda” de la comunidad internacional: Comunidad Europea, iglesia católica, falto decir, Embajada de EE.UU y Brasil, se encuentre una salida consensuada al tema electoral, de acuerdo a lo “que diga la pandemia”. En realidad se busca postergar nuevamente las elecciones con los mismos actores que propiciaron el golpe de Estado y nombraron presidenta a la Añez marioneta. Visiblemente los representantes de las organizaciones sociales y populares no cuentan en esta democracia señorial y colonial, donde los elegidos por dios y por el imperio son los que deciden el destino de la Patria.

A reglón seguido, explicó que su plan salvador, obviamente después de varias diatribas contra Evo Morales, tiene como eje central recurrir a los préstamos de los organismos internacionales, es decir al FMI, BM y BID, que son los instrumentos del imperialismo. Para seducir a la gente dice que necesitamos 7.000 millones de dólares inyectar a la economía para garantizar la estabilidad de la moneda (creando la falsa expectativa de que no devaluará la moneda nacional) y convertir a cada uno de los bolivianos en socios de empresas estatales “bien administradas” (reviviendo el plan de todos, que prometía convertir en accionistas de las empresas privatizadas a los bolivianos).

Pero, al final del camino dirán  o que no tienen los 7.000 millones, o si los consiguieron fueron préstamos condicionados, pero que lamentablemente debemos tener un dólar fluctuante (es decir devaluar la moneda boliviana para descargar el peso de la crisis en las espaldas del pueblo); que lamentablemente estaban tan mal manejadas las empresas estatales, quebradas, endeudas, etc., etc., que estas deben ser privatizadas… y los bolivianos nos quedamos con los “bonos” de la pobreza y el desempleo y las riquezas del país en manos de las transnacionales. Esto ya lo vivimos los bolivianos, es más de lo mismo.  

Tuto Quiroga y compañía, quieren limpiar el camino de un próximo gobierno de corte derechista y subordinado a los intereses de EE.UU. La primera tarea es eliminar al contrincante ganador de las elecciones y a su instrumento político, quieren unas elecciones sin el MAS. En segundo lugar, que la Jeanine y su banda, ejecuten todo el trabajo sucio y ejecuten las medidas restauradoras del neoliberalismo con la promesa de garantizar que no serán sometidos a juicios por sus fechorías. Todo esto bajo el manto criminal de la expansión del coronavirus. Ese es Tuto Quiroga, el operador yanqui en Bolivia.    

 Los bolivianos no somos ingenuos, el tiempo que requieren es, en primer lugar, para cambiar las políticas por las que el pueblo boliviano luchó. A eso responden los contratos que ya se han consumado con la exportación de los hidrocarburos, la intensión de privatización de los yacimientos de litio, la entrega de los recursos naturales como los mineros, para que las transnacionales se adueñen de esa riqueza y de las más pequeñas se beneficien quienes se encuentran al mando del sector. La decisión no cambia, con el recambio de quienes están a la cabeza de las instituciones estatales. Las migajas del negocio largamente preparado, será para algunas de las cooperativas mineras; no para todas, sino para aquellas que desde hace tiempo han sido tentadas por algunas empresas extranjeras.

De igual forma, se proponen anular todas las conquistas sociales que benefician a los trabajadores como la estabilidad laboral, cuyo ejemplo de muestra ya lo vemos en las largas colas de algunos despedidos de las entidades del Estado y de las empresas privadas. El sistema de seguridad social está también en la mira. Aunque ellos divulguen que están por la vida, lo que sí han comprobado es que el negocio con la salud del pueblo boliviano es rentable, uno de los potentados de ese negocio es justamente el exministro de salud, a quien dizque lo juzgan en secreto. El sistema educativo, es otro de los rubros que con el pretexto de suprimir el pachamamismo (como a ellos les gusta calificar la educación gratuita) busca hacer negocio con este derecho, para privilegiar la educación privada y elitista en todos los niveles. La política económica será modificada en contra del pueblo trabajador y los drásticos efectos de la crisis económica al que inevitablemente nos arrastra el desgobierno de Añez y su pandilla, sea descargada en las espaldas del pueblo boliviano, de tal forma que los ricos no sufran ninguna consecuencia.

El criminal desbarajuste en el que está siendo hundido Bolivia, los usurpadores de la voluntad popular, la agravarán hasta donde puedan con los negociados y el robo de cosa pública. Los rateros incrustados en el gobierno, ya están tomando algunas de las medidas que están consentidas por el gobierno de Jeanine Añez, como el de juzgar el negociado de los ventiladores en secreto, para poner a salvo al médico de la Embajada Americana y exministro de salud.

De igual forma el orquestar la fuga de los que ejecutaron la compra de los respiradores, como el cuasi yerno de la usurpadora Jeanine Añez, Mohamed Mostajo Radji, quien con redoble de tambores y el alboroto cornetines fue posesionado como representante extraordinario en misión especial para la Ciencia, Tecnología e Innovación ante las Organizaciones y Entidades Internacionales. A esté individuo la Añez, le permitió el lujo de renunciar desde el avión en el que se fugaba a los Estados Unidos. De igual forma el expresidente de Y.P.F.B. a quien le prepararon una supuesta clandestinización, que se convertirá en fuga al exterior. Los otros rufianes, que están armando otros actos de negociados para apropiarse de la cosa pública, serán tapados con una cortina de humo, fabricando juicios y apresamientos contra todo el mundo.

El desborde del COVID19 es un mal inducido por consejo de la Embajada norteamericana, cuyo agente visible de la CIA y el que transmitió mandato es Erick Foronda. Esta criminal decisión es ejecutada fielmente, tal como les ordenaron, por el gobierno de Jeanine Añez. Los operadores más visibles son Arturo Murillo, Iván Arias, Fernando López y el resto de la banda de golpistas. Pero, desde afuera del gobierno, el principal operador sigue siendo Tuto Quiroga, que fiel a su ciudadanía estadounidense cumple a cabalidad con la estrategia imperialista de consolidar un gobierno títere en Bolivia;  que está sufriendo las consecuencias de ese plan concebido por mentes criminales.

El desborde de la pandemia busca ampliar por tiempo indefinido la postergación de las elecciones, estrategia que quieren posicionar a través de una guerra psicológica que busca sembrar miedo e incertidumbre en la población con la ayuda de los medio de comunicación, para que al final se “admita”  el prorroguismo de la Añez, encargada de realizar el trabajo sucio.

¿Para qué ganar tiempo? Para cumplir las tareas encomendadas por la Embajada de EE.UU.

El señor Tuto Quiroga, uno de los ejecutores del modelo  neoliberal que dejó en un desastre indescriptible a Bolivia, en una entrevista en Radio Fides, explicó los alcances de un plan para restaurar la vigencia plena de las leyes del mercado en nuestra economía (neoliberalismo), obviamente recurriendo a mentiras y utilizando las necesidades reales del pueblo boliviano, como por ejemplo, el tema de la salud y el empleo. Pero, nos señala que este propósito no puede esperar al próximo gobierno que surja de las elecciones, tiene que ser ahora para evitar que “el corona virus nos gane”.

Su planteamiento es convocar a un “diálogo nacional”, donde participen los representantes de los órganos del Estado, convocados por el Tribunal Supremo Electoral, para que con “ayuda” de la comunidad internacional: Comunidad Europea, iglesia católica, falto decir, Embajada de EE.UU y Brasil, se encuentre una salida consensuada al tema electoral, de acuerdo a lo “que diga la pandemia”. En realidad se busca postergar nuevamente las elecciones con los mismos actores que propiciaron el golpe de Estado y nombraron presidenta a la Añez marioneta. Visiblemente los representantes de las organizaciones sociales y populares no cuentan en esta democracia señorial y colonial, donde los elegidos por dios y por el imperio son los que deciden el destino de la Patria.

A reglón seguido, explicó que su plan salvador, obviamente después de varias diatribas contra Evo Morales, tiene como eje central recurrir a los préstamos de los organismos internacionales, es decir al FMI, BM y BID, que son los instrumentos del imperialismo. Para seducir a la gente dice necesitamos 7.000 millones de dólares inyectar a la economía para garantizar la estabilidad de la moneda (creando la falsa expectativa de que no devaluará la moneda nacional) y convertir a cada uno de los bolivianos en socios de empresas estatales “bien administradas” (reviviendo el plan de todos, que prometía convertir en accionistas de las empresas privatizadas a los bolivianos).

Pero, al final del camino dirán  o que no tienen los 7.000 millones, o si los consiguieron fueron préstamos condicionados, pero que lamentablemente debemos tener un dólar fluctuante (es decir devaluar la moneda boliviana para descargar el peso de la crisis en las espaldas del pueblo); que lamentablemente estaban tan mal manejadas las empresas estatales, quebradas endeudas, etc., etc., que estas deben ser privatizadas… y los bolivianos nos quedamos con los “bonos” de la pobreza y el desempleo y las riquezas del país en manos de las transnacionales. Esto ya lo vivimos los bolivianos, es más de lo mismo.  

Tuto Quiroga y compañía, quieren limpiar el camino de un próximo gobierno de corte derechista y subordinado a los intereses de EE.UU. La primera tarea es eliminar al contrincante ganador de las elecciones y a su instrumento político, quieren unas elecciones sin el MAS. En segundo lugar, que la Jeanine y su banda, ejecuten todo el trabajo sucio y ejecuten las medidas restauradoras del neoliberalismo con la promesa de garantizar que no serán sometidos a juicios por sus fechorías. Todo esto bajo el manto criminal de la expansión del coronavirus. Ese es Tuto Quiroga, el operador yanqui en Bolivia.    

 Los bolivianos no somos ingenuos, el tiempo que requieren es, en primer lugar, para cambiar las políticas por las que el pueblo boliviano luchó. A eso responden los contratos que ya se han consumado con la exportación de los hidrocarburos, la intensión de privatización de los yacimientos de litio, la entrega de los recursos naturales como los mineros, para que las transnacionales se adueñen de esa riqueza y de las más pequeñas se beneficien quienes se encuentran al mando del sector. La decisión no cambia, con el recambio de quienes están a la cabeza de las instituciones estatales. Las migajas del negocio largamente preparado, será para algunas de las cooperativas mineras; no para todas, sino para aquellas que desde hace tiempo han sido tentadas por algunas empresas extranjeras.

De igual forma, se proponen anular todas las conquistas sociales que benefician a los trabajadores como la estabilidad laboral, cuyo ejemplo de muestra ya lo vemos en las largas colas de algunos despedidos de las entidades del Estado y de las empresas privadas. El sistema de seguridad social está también en la mira. Aunque ellos divulguen que están por la vida, lo que sí han comprobado es que el negocio con la salud del pueblo boliviano es rentable, uno de los potentados de ese negocio es justamente el exministro de salud, a quien dizque lo juzgan en secreto. El sistema educativo, es otro de los rubros que con el pretexto de suprimir el pachamamismo (como a ellos les gusta calificar la educación gratuita) busca hacer negocio con este derecho, para privilegiar la educación privada y elitista en todos los niveles. La política económica será modificada en contra del pueblo trabajador y los drásticos efectos de la crisis económica al que inevitablemente nos arrastra el desgobierno de Añez y su pandilla, sea descargada en las espaldas del pueblo boliviano, de tal forma que los ricos no sufran ninguna consecuencia.

El criminal desbarajuste en el que está siendo hundido Bolivia, los usurpadores de la voluntad popular, la agravarán hasta donde puedan con los negociados y el robo de cosa pública. Los rateros incrustados en el gobierno, ya están tomando algunas de las medidas que están consentidas por el gobierno de Jeanine Añez, como el de juzgar el negociado de los ventiladores en secreto, para poner a salvo al médico de la Embajada Americana y exministro de salud.

De igual forma el orquestar la fuga de los que ejecutaron la compra de los respiradores, como el cuasi yerno de la usurpadora Jeanine Añez, Mohamed Mostajo Radji, quien con redoble de tambores y el alboroto cornetines fue posesionado como representante extraordinario en misión especial para la Ciencia, Tecnología e Innovación ante las Organizaciones y Entidades Internacionales. A esté individuo la Añez, le permitió el lujo de renunciar desde el avión en el que se fugaba a los Estados Unidos. De igual forma el expresidente de Y.P.F.B. a quien le prepararon una supuesta clandestinización, que se convertirá en fuga al exterior. Los otros rufianes, que están armando otros actos de negociados para apropiarse de la cosa pública, serán tapados con una cortina de humo, fabricando juicios y apresamientos contra todo el mundo.

El pueblo boliviano debe exigir que se cumplan las leyes con los que transitoriamente se les permite estar en el gobierno y prepararse para enfrentar los planes antinacionales que contra del pueblo están urdiendo, al cobijo del poder ejecutivo y la compra y venta de persecuciones y juicios de los cuales los más experimentados son los amotinados, los jueces y fiscales venales, los empresarios de la prensa y los que recogen las migajas del festín que ponen al servicio del desgobierno el rostro que ni con el maquillaje con el que quieren simular oculta su anti patriotismo y su servilismo a los intereses subalternos, esos malos “periodistas son los sayones” como buenos verdugos cuelgan el sambenito a los luchadores sociales difundiendo las penas y las condenas ilegalmente impuestas. La tarea del momento es no permitirles que se perpetúen en el poder mal habido, los Janine Añez, los Arturo Murillo, los Iván Arias, los Fernando López, los Tuto Quiroga y  los “ayudantes” de la comunidad internacional y de la “santa” iglesia católica. La banda de golpistas debe ser derrotado con la verdad y la fuerza del pueblo organizado. 

El pueblo boliviano debe exigir que se cumplan las leyes con los que transitoriamente se les permite estar en el gobierno y prepararse para enfrentar los planes antinacionales que contra del pueblo están urdiendo, al cobijo del poder ejecutivo y la compra y venta de persecuciones y juicios de los cuales los más experimentados son los amotinados, los jueces y fiscales venales, los empresarios de la prensa y los que recogen las migajas del festín que ponen al servicio del desgobierno el rostro que ni con el maquillaje con el que quieren simular oculta su anti patriotismo y su servilismo a los intereses subalternos, esos malos “periodistas son los sayones” como buenos verdugos cuelgan el sambenito a los luchadores sociales difundiendo las penas y las condenas ilegalmente impuestas. La tarea del momento es no permitirles que se perpetúen en el poder mal habido, los Janine Añez, los Arturo Murillo, los Iván Arias, los Fernando López, los Tuto Quiroga y  los “ayudantes” de la comunidad internacional y de la “santa” iglesia católica. La banda de golpistas debe ser derrotado con la verdad y la fuerza del pueblo organizado. 

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