VENCER LA PANDEMIA CON ORGANIZACIÓN, SOLIDARIDAD Y PARTICIPACIÓN POPULAR

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  1. ¿Para qué sirvió la cuarentena de más de 80 días en el país?

América se ha constituido en el nuevo “epicentro” del coronavirus, la OMS, la ha denominado como “zona roja de propagación”. En nuestro continente se encuentra el país con más casos de contagio y muertes en todo el mundo: EE.UU. Existe un repunte de contagios en América Latina, es alarmante lo que pasa en el subcontinente sudamericano con los países de Brasil, Perú y Chile, todos vecinos de nuestro país.

Por las informaciones oficiales en Bolivia, tenemos un ascenso alarmante en el país, además del drama que viven los compatriotas de Santa Cruz y Beni; de manera acelerada los contagios se están multiplicando, ya hemos superado la barrera de los 11.000 contagiados y los decesos son 400 hasta el 3 de junio. Ante la falta de reactivos para detectar los casos en la población, se presume que las cifras pueden ser peor de lo que vemos o dice la información gubernamental.

¿Entonces, para que sirvió la cuarentena de cerca de 80 días? El objetivo principal de la cuarentena era prevenir la propagación acelerada del COVID 19 (aplanar la curva), que según los entendidos debía posponerse el mayor tiempo posible. Este tiempo ganado a través de la prohibición del contacto social  debía servir para:

  • Elaborar “un plan epidemiológico” a cargo  de un “equipo científico” para desarrollar los pasos de control y seguimiento de la enfermedad, ante su inexistencia, derivó en un proceso improvisado,  descontrolado y fracasado. Los responsables del equipo científico fue, primero, Oscar Ortiz, candidato perdedor de los demócratas, y,  Mohammed Mostajo Radj, elevado a calidad de Embajador científico, cuasi yerno de la autoproclamada, quienes desplazaron a los científicos de la responsabilidad. Hasta ahora nadie conoce el dichoso plan.
  • Equipar los hospitales y contratar el personal necesario para cuando llegue el momento de expansión alta. Pero, después de 80 días los médicos y enfermeras están en huelga de hambre solicitando equipos de bioseguridad para desempeñar sus funciones, dotación de equipos, entre ellos de respiradores; instalación de laboratorios de detección y reactivos para que funcionen; mayor cantidad de ítems y personal calificado. Al final del proceso, se avanzó poco o nada, el ejemplo es el Beni y el drama que está viviendo.

Con el discurso de que Evo no hizo nada por la salud, ellos sí, no hicieron nada, al extremo de negarse a equipar hospitales de 3er. Nivel y 2do. Nivel, tan sólo porque fueron construidos en la anterior gestión gubernamental. Lo cierto es que tenemos una gestión fracasada por irracional e improvisada.

  • ¿Entonces por qué se levanta la cuarentena?

El ex funcionario de USAID, Iván Arias, antecedente que le sirvió para ser designado ministro del régimen golpista; ha señalado que por las presiones políticas y sociales el gobierno se vio obligado a decretar la “flexibilización de la cuarentena” y que “después” no se le responsabilice de la expansión de la pandemia. Arias, en nada se parece  Poncio Pilatos para suponer que se están “lavando las manos”; al contrario, es conocido por sus vinculaciones con los organismos del gobierno de EE.UU. que traman golpes de Estado, crean “banderas falsas”, imaginan planes para destruir al enemigo… Es obvio preguntar ¿tras estas acusaciones, que intenciones tiene el gobierno?

En realidad,  la “flexibilización de la cuarentena” tiene otras causas muy alejadas de la afirmación del Negro:

  • Pretendieron centralizar la gestión de la pandemia a través de la intervención de los SEDES, y fracasaron. Por eso la descentralización recientemente decretada llega muy tarde, además sin recursos y condiciones para los gobiernos departamentales y municipales. Los municipios de Santa Cruz con bloqueo de caminos porque les traspasaron responsabilidades sin recursos.
  • No se ha realizado pruebas suficientes para detectar la enfermedad, por eso hubieron “sorpresivos avances” en Oruro y Beni; eso pasa en Cochabamba y Pando; lo mismo se espera que pase en La Paz y El Alto. Están habilitando hospitales y no hay respiradores. Nunca llegaron los miles de test supuestamente adquiridos, pero cínicamente se responsabiliza a la propia población de la expansión de la enfermedad.
  • La Policía y las FF.AA. no fueron utilizadas para un control sistemático de la cuarentena, se hizo demostración de fuerza en cada ocasión que pudieron que tan sólo sirvió  para acallar a la gente. Pero, los clases, suboficiales y la tropa militar están expuestos a la enfermedad, como el caso del cuartel de Viacha donde 50 de su personal fueron detectado con COVID 19 en un solo día.
  • Hasta ahora la gente desconoce en qué áreas de salud se incrementó el presupuesto, qué se ha comprado, de dónde y a cuánto; cuantos ítems nuevos, es decir, cómo se ha fortalecido el sistema de salud. Pero, la gente fue informada que las FF.AA. tuvo un incremento de más de 49 millones de bolivianos en su presupuesto; la Policía de más de 24 millones, y que más de 330 millones de bolivianos están destinados al Ministerio de Gobierno. Se está reforzando el sector represivo como si estuviésemos en guerra y no precisamente en una crisis sanitaria.
  • La gente, la población, la ciudadanía, como les gusta decir a ellos, cansados, al no ver resultados en materia de salud comenzaron a inquietarse. Pero, la cuarentena dejo de ser tal desde el momento en que los bancos comenzaron a pagar los bonos caóticamente, causando aglomeraciones de personas y embotellamiento de movilidades en ciertos lugares poblados. Alrededor de los bancos se comenzó a reactivar la actividad comercial y de transporte. El propio gobierno perforó sus decretos.
  • La exigencia de la “flexibilización de la cuarentena”, fue creciendo en la medida en que iban disminuyendo los ingresos económicos de las familias en sus distintos estratos y aumentando el hambre. El gobierno, al no tener una estrategia para la pandemia, dejo en el abandono a varios sectores sociales.  
  • Pero, la gota que hizo rebalsar el agua fueron los actos de corrupción, el cinismo de robarle al Estado en plena pandemia; mientras exigían sacrificios a la gente y ponían a la cárcel a los disidentes, ellos están realizando negocios para apropiarse de la plata del Estado. Todo eso le hizo perder la autoridad y la moral al gobierno, que ya no pudo controlar la cuarentena y obligado, por sus propios errores, decretar la suspensión de las medidas de emergencia en gran parte del país.
  • El plan macabro.

Fieles a su vocación neoliberal, el equipo de gobierno vinculado a la embajada de EE.UU, ha decidido convertir su derrota en victoria, siguiendo los manuales de inteligencia saben que  las crisis son momentos excepcionales en los cuales las personas están dispuestas a aceptar cosas que serían inaceptables durante circunstancias normales. Por ello, por la recomendación de Arias y Murillo, han decidido desatar una campaña por todos los medios para “echar la culpa” a las organizaciones sociales de la expansión de la pandemias, a las movilizaciones sociales que se suscitaron a fines de mayo, a la oposición política, en particular al MAS,  puesto que ellos esperan que en estos días se duplique el número de contagiados, incluso han manejado la cifra de 48.000 personas. Con estos datos en manos, y con una campaña mentirosa que genere miedo en la población, además con su consentimiento  e incluso exigencia retornar a la cuarentena rígida; incluso se dieron un plazo de 15 días o hasta fines de junio. El propósito es simple; frustrar la realización de elecciones y postergarlas hasta el 2021, esperando el olvido del pueblo para cambiar la correlación de fuerzas; aprovechar este tiempo para la destrucción de la economía estatal y ejecutar aceleradamente medidas de corte neoliberal que depositaran el peso de la crisis sobre las espaldas del pueblo y, finalmente, tratar de impedir la participación del MAS en la justa electoral. Ese es el plan macabro, esperando que aumenten el número de muertos de bolivianas y bolivianos para decir que ellos tenían “la razón”.

  • La pandemia será vencida, sólo con organización popular y comunitaria

El gobierno de facto se negó a coordinar con las organizaciones sociales, sindicales y comunitarias para afrontar la crisis del coronavirus. Se abrieron a conversar con algunas  sólo con el afán de cooptarlas o neutralizarlas políticamente.

Pero, las experiencias de países que cuentan con gran participación social, como característica de su democracia popular, han demostrado que es la única vía para afrontar con ventaja este momento dramático de la humanidad, es el caso de Viet Nam, China, Cuba, Venezuela.

Por ello, frente a la manipulación grotesca del gobierno, las organizaciones sociales deben colocarse a la cabeza para llevar adelante medidas preventivas, reglas de distanciamiento social, resolución de problemas de alimentación y medicamentos, control casa por casa para salir airosos en este momento, coordinado con autoridades que respeten la autonomía de nuestras organizaciones. Mal que les pese, en la ciudad de El Alto, a través de las organizaciones vecinales y gremiales, se desarrollan campañas de desinfección de la zona y de solidaridad con las familias. Ese es el camino que debemos seguir todos.

¡¡¡Vencer la pandemia con organización, solidaridad y participación popular  para vencer la corrupción y el prorroguismo dictatorial!!!

Colectivo Revolucionario Plurinacional

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