Volver a los orígenes: HABLANDO DE AUTONOMÍA Y FEDERALISMO
Dicen que si nos perdemos en el camino tenemos que volver sobre nuestros pasos para ponernos en el camino correcto.
Entendiendo la autonomía como proceso de descentralización, aquel en el que el Estado atiende los requerimientos de la sociedad desde los gobiernos locales con recursos y potestades suficientes, sin afectar la integridad y soberanía territorial del propio Estado.
Pero antes de entender la propuesta autonómica que la Asamblea Constituyente hizo en los cuatro tipos de autonomías, habría que entender cuál era el contexto nacional antaño al proceso de cambio, aquel en el que, según la familiaridad o cercanía o padrinazgo de un alcalde con el presidente, se recibía más o menos proyectos; lo mismo se replicaba a nivel de las prefecturas vinculadas a programas conocidos por los famosos CORDEPOS.
Es decir, que la atención de las poblaciones mayoritariamente rurales o provinciales estaba totalmente invisibilizadas y postergadas, aplicaba para estas poblaciones el dicho de que “están acostumbrados a vivir en la pobreza, y que la pobreza no le es extraña”.
Esta era la realidad de postergación de las grandes mayorías, olvidadas y sometidas; eran “mayoría”, pero no tenían la capacidad de darse un gobierno propio; nuestros hermanos indígenas y campesinos veían ante sus ojos cómo cambiaban las ciudades, pero la realidad del campo, del área rural, no mostraba cambios, al contrario, los procesos de depresión económica y social se acrecentaban cada vez más.
Por ello quienes tuvieron oportunidad de participar en la Asamblea Constituyente, leyendo la realidad formularon un tipo de autonomía territorial ligada a la condición cultural y campesina; hasta ese entonces sometidas a las dádivas de las capitales o ciudades intermedias.
Entiendo que, entonces el régimen autonómico propuesto fue para democratizar las decisiones en las poblaciones rurales y provinciales, donde se encuentra la gente postergada, olvidada y explotada, (además bastión electoral de nuestro instrumento MAS-IPSP). La autonomía, ha fortalecido a los municipios, la población ha podido elegir su gobierno local y ha mejorado las condiciones económicas; la concepción autónomica supone no depender ni del centralismo del gobierno; como asimismo liberar al campesinado y áreas provinciales del centralismo departamental “citadino-capitalista”, pero todavía es una materia pendiente.
Desde el año 2010 en adelante muy pocos procesos autonómicos indígena originarios campesinos se consolidaron sea por falta de iniciativa de los mismos originarios sea, y en gran parte, porque el trámite burocrático hace difícil su encausamiento; siendo el resultado que quienes más aprovecharon del proceso autonómico fueron las gobernaciones (sobre todo Santa Cruz, Potosí y Tarija) por la percepción de IDH y Regalías Mineras y los municipios. Postergándose las Autonomías Regionales (dirigido propiamente al sistema de división provincial) y las autonomías originarias.
El proceso autonómico en Bolivia aún no ha logrado el propósito intrínseco que subyace en la proposición autonómica originaria campesina, puesto que sus poblaciones siguen sometidas al peregrinaje en las capitales para el logro de la implantación de proyectos de desarrollo en sus lugares de origen, en el área dispersa, es decir, en lo departamental se repite lo que antes era recurrente en el Estado republicano, el peregrinaje obligado al nivel central, hoy recreado y fortalecido en el nivel de gobierno departamental. Por ello la afirmación de la persistencia del sometimiento de las poblaciones rurales (indígena originarios); es aún una tarea pendiente romper o por lo menos disminuir ese centralismo departamental.
Traigo a colación dos apuntes de el por qué la importancia de agilizar y promover la autonomía indígena originaria campesina. El primero, el escenario político actual 2021, en el que en manos del MAS IPSP (el instrumento político nacido de estos pueblos y naciones indígena originarias campesinas), apenas 3 gobernaciones, de las 9, se encuentran en sintonía con el instrumento político, hay que precisar en el caso de Potosí, existe un gobierno departamental cautivo de COMCIPO (el comité Cívico de la ciudad de Potosí), que lo asecha y asedia de manera permanente. Acá es importante destacar que, si bien las capitales de departamento, donde se asientan las gobernaciones se encuentran en manos de la oposición, en cambio casi el 80 % de los municipios se encuentran en manos del partido de los campesinos originarios, hay que valorar que los municipios se encuentran mucho más próximos a las poblaciones indígena originarias. El segundo elemento, es que los procesos económicos de la autonomía en Bolivia, han fortalecido, a diferencia de otras gobernaciones, a los tres departamentos que promueven actualmente actos de desestabilización política, me refiero a Santa Cruz, Potosí y Tarija.
En tal caso, el crecimiento económico promovido desde el mismo Estado en estos tres departamentos, en la creencia de que el voto se cautiva con recursos e inversión, ha olvidado que el Estado Plurinacional es básicamente una respuesta tanto para la eliminación de procesos de segregación racial, racista y discriminadora como para disminuir las diferencias en lo social, económico y político para la población y las regiones.
Recuerdo una creencia en determinando momento del gobierno del Presidente Morales, de que invirtiendo mucho en el oriente ibamos hacer crecer el caudal de votos en esa región (sombra de aquella media luna de los años 2006 y 2008); creencia que también fue asumido por el propio gobernador de Potosí, Dr. Juan Carlos Cejas, recuerdo aquellas reuniones donde Cejas pedía el desembolso de recursos para proyectos en la ciudad de Potosí, entre ellos edificio de la fiscalía, Centro Ferial , Campo Ferial, Estadium, cine tipo Center, Centros Educativos modelos; gracias a los proyectos Evo Cumple en el área dispersa no se ha sentido con mayor fuerza el abandono departamental, recién en el mes de noviembre de 2019 la asamblea legislativa reflexionó, reconociéndose que las inversiones en la ciudad capital fue en desmedro de las provincias, además para no ganar nada.
Tenemos como resultado empírico, que los recursos económicos logrados por los tres gobiernos departamentales a través de proyectos gubernamentales que les beneficiaron, tuvo un resultado contrario a lo previsto, el debilitamiento político del MAS, puesto que en aquellas gobernaciones que mas se beneficiaron del nivel central son aquellos donde no se acrecentó el caudal de votos del proceso, contrariamente son propiciadores de procesos de desestabilización.
La conclusión, el gran problema de la derecha del país es la busqueda o intentos de someter a las poblaciones indígenas originarias campesinas, la razones son obvias. La votación que se representa a nivel nacional, tres gobernaciones son del MAS (podían haber sido más, errores orgánicos no lo permitieron) y 805 de los municipios que se encuentran en provincias también son del MAS IPS, eso significa que el caudal de votos se encuentra en las provincias ,en el área rural, en definitiva el sujeto del del proceso de cambio son las poblaciones indígena originarias campesinas.
Otro elemento de análisis, es la propuesta del gobernador de Santa Cruz del Federalismo, ¿Qué tipo de federalismos propone? No se conoce, en realidad es un federalismo a su imagen y semejanza, es decir un gobierno departamental liderizado por las elites locales; recuerda a la creación de Bolivia en 1825, cuando las elites doctas se liberan del opresor español para implementar su propio proceso de sometimiento y centralismo, excluyendo y explotando a la población mayoritariamente indígena originaria; en el federalismo de Camacho los pueblos indìgenas no tendrán cabida. Además de un federalismo costeado y financiado y proyectado con los recursos naturales que se encuentran en los territorios indígena originarios, es el caso de Tarija, con el Gran Chaco; Potosí con las mineras y el litio que se encuentran en el sudoeste potosino; y, Santa Cruz con los recursos que se encuentran e territorios chiriguanos y las provincias. Vale decir que los ahora descentralizadores o federalistas se encuentran envalentonados en su discurso federalista para imponer un centralismo y un elitismo de los grupos burgueses, oligarquicos y latifundistas en busca de imponer reinados al estilo de nuevos feudos, donde lo que mandan tienen procedencia de alcurnia (claro que no indigena) y capital económico.
Por ello, creo la importancia de retornar a los orígenes de la Asamblea Constituyente y la necesidad de reconocer que el proceso de autogobierno de las naciones y pueblos indígena originarios de Bolivia aún es una tarea pendiente y nuestra primera tarea política, si queremos garantizar la presencia de las grandes mayorías en los futuros gobiernos después del 2026, es fortalecer los procesos autonómicos regionales e indígena originario campesino; no sea que esta prerrogativa les sea ofrecida por los opositores.
Hay que reflexionar también sobre las autonomìas regionales, ver la conveniencia política; este es un objetivo que buscan y propician los mismos pueblos originarios y campesinos, particularmente en el caso de Potosí, el sudoeste potosino plantea su autonomía regional asumiendo que la misma es sostenible con los recurso actuales de la minería y del litio; con seguridad quienes propician el Federalismo radical, que es el discurso de ciertos sectores de los capitalinos potosinos desde el 2010 (POTOSI FEDERAL), tendrán que reflexionar puesto que los procesos de descentralización, como el federalismo, no tiene que ser para reproducir el centralismo, su consigna quedará desinflada y pospuesta; estimo que lo mismo ocurrirá con los otros discursos federalistas de carácter secesionistas; hay que e propiciar la autonomía regional, sobre todo en aquellos lugares donde se encuentran los recursos naturales, lo que en el futuro también nos dará redito político por cuanto la autonomía garantizará a nuestras comunidades el tan anhelado autogobierno.
Hever Rodríguez.
Colectivo Revolucionario Plurinacional – CRP